Friday, November 18, 2005

Leyendo a la vez

Tengo la costumbre, a esta altura no sé si buena o mala, de embarcarme en varias lecturas simultáneas. Empiezo con un libro, después agarro otro y así llegan a ser tres o cuatro. Ojo, después, con distintos intervalos en el tiempo, los termino todos. No incluyo a la poesía porque voy salteando de un poema a otro a lo largo y ancho de mi biblioteca. Ahora estoy con Adán Buenosayres (actualmente un tanto abandonado), El beso de la mujer araña y El bailarín de tango. ¿Y a qué viene esto? A que precisamente había notado varios puntos de encuentro en el procedimiento de escritura de los dos últimos. Pensaba que tal vez era una idea propia hasta que leí esta crítica que coincidía conmigo. Sin embargo, en lo que hace estrictamente a la comparación entre los dos autores, no logré detectar en Terranova la indiferencia de la que habla el opinante (el sarcasmo sí es evidente para cualquiera). A la vez, entiendo que los exabruptos dejan de serlo desde el momento en que están en cabeza de personajes de una novela de ficción. No soy crítico pero a mí, en particular, la compañía de su lectura me resultó muy grata y, en el caso de su diario, incluido en La Joven Guardia, indiscutiblemente original. De identidades ideológicas no voy a decir nada, sería quitarle letra al ingenio popular, que nunca descansa. Lo que sí está claro, es que Terra recogió el guante con mucha altura.