Wednesday, August 27, 2008

Bernard Fowler, corista de los Rolling Stones

Sacudiendo las trenzas al ritmo de su pandereta, el enorme y moreno corista de la más legendaria banda de rock se presentó en un ND Ateneo casi completo, para seguir compartiendo con su fiel público porteño su álbum solista Friends With Privileges.
Secundado por una prolija banda local, integrada por Ramiro Gómez y el virtuoso Gonzalo Lattes en guitarras, Omar Serna en teclados, Sebastián Ayala en batería y el glamoroso bajista Zorrito Von Quintiero, arengó constantemente a un público que encontró exactamente lo que había ido a buscar: rock & roll en general y Rolling Stones en particular.
Alguno podrá decir que el repertorio fue excesivamente stone para un músico solista con aspiraciones de desarrollar una carrera solista, y tal vez sea cierto. Pero no menos cierto es que Fowler logró crear un ambiente de ritual con los asistentes al concierto, que celebraron largamente cada uno de los temas ejecutados y con enorme gusto se dejaron seducir por su carisma.
Con reminiscencias de Jagger, el moreno es un derroche de histrionismo: baila, juega e interactúa con su público, lo hace cantar o ponerse de pie, susurra, ríe y se divierte. Y se suceden en escena la clásica Miss You, la poderosa You Got Me Rockin, una improvisada versión casi a capella de As Tears Go By, las maravillosas Beast of Burden, cantada con pasión, y Wild Horses, con un toque más personal.
La banda luce ensamblada y suena bien en general, destacándose en sus solos el guitarrista Lattes. Pero hay lugar también para músicos invitados, suben primero los vientos de Los Auténticos Decadentes, Pablo Rodríguez (saxo) y Ariel Tenenbaum (trompeta), sumándose luego un Sarcófago algo errático pero reiteradamente ovacionado por el público.
De su disco Friends With Privileges, suenan New York Time y Get Away, intercalados con más fiesta stone: She´s So Cold, terminada en gran forma, Can´t You Hear Me Knocking, con algún problema de sonido y un saxo muy logrado y, ya en el final, She Was Hot y una interminable Jumpin Jack Flash que llevó a la gente a su punto más alto de euforia.
La perla: una impecable versión tocada a poco de iniciado el concierto, con solo de guitarra incluido, de Red House, esa bellísima canción de Jimi Hendrix.

(publicado en http://www.ocioenbsas.com.ar/)

Tuesday, August 26, 2008

La Vela Puerca

La más popular banda charrúa del momento se presentó nuevamente en Buenos Aires, con 4 shows a lleno completo en el Estadio Pepsi Music (Obras). Respaldados por una escenografía notable y un poderoso juego de luces, los muchachos liderados por los cantantes Sebastián "Enano" Teysera y Sebastián "Cebolla" Cebreiro brindaron más de dos horas de canciones frente a un público muy ferviente.
Todo empezó 40 minutos después de la hora señalada con Va a Escampar, fuertemente apoyada en los solventes vientos de Carlos Quijano (saxo) y Alejandro Piccone (trompeta), ambos de gran protagonismo durante todo el concierto. Le siguieron tres canciones del álbum De Bichos y Flores (2001): la poderosa Mañana, cantada a dos voces, El Ojo Moro, que llevó a la gente a hacer los coros y el primer gran pogo de la noche y, luego de saludar a su audiencia, la bellísima El Huracán.
Y volvieron al disco A Contraluz (2004), al que pertenece el tema inaugural, con Escobas, ocasión que Teysera, lookeado a lo Bruce Springsteen, halló propicia para explicar por qué lucía su mano izquierda entablillada. Gente, del cd debut Deskarado (1998/99), fue el prólogo para más temas de De Bichos y Flores: Rebuscado, con gran protagonismo de un movedizo Cebreiro con su cabeza cubierta por un gorro de lana, y Burbujas, muy bailada por ambos cantantes y cantada por todo el estadio.
Fue el turno entonces del último álbum El Impulso (2007), porque los uruguayos hicieron Neutro, con gran lucimiento de los vientos, Sanar, acompañada del recitado de los versos del poema de Miguel Hernández ("Tristes hombres si no mueren de amores. Tristes, tristes"), muy aplaudido por el público, Me pierdo, rodeada de hermosas imágenes en pantalla gigante, y El Señor.
Con el grueso de la gente ya entregada de lleno al pogo que abarcó al sector campo casi en su totalidad, llegaron más clásicos: primero Doble Filo y luego Dice y A lo Verde, con la presencia de los invitados Guzmán Mendaro, violero de Hereford, y Denis Ramos, trombonista de No Te Va Gustar, la otra banda uruguaya más famosa, respectivamente.
Hubo tiempo para un gran solo de trompeta de Piccone en Por Dentro y para que la fiesta llegue aún más arriba con Caldo Precoz, Sin Palabras, Haciéndose Pasar por Luz y Clarobscuro, cuatro más de esa joya que es el disco A Contraluz. Y luego llegaron más canciones de El Impulso: Su Ración, la potente Colabore, con Osvaldo Garbuyo, cantante de Bufón, grupo charrúa telonero de la noche, como invitado, y La Sin Razón.
Al momento del himno velero, Vuelan Palos, hecho en formato acústico, el clásico vamos la vela de mi corazón fue cantado fervientemente por el estadio en pleno, al igual que Mi Semilla, otro tema del álbum debut, cantado por Teysera sentado sobre el borde del escenario. Un gaitero con vestimenta escocesa abrió y cerró el tema siguiente, Por la Ciudad, que llevó al poderío de la banda a su punto más alto junto con Alta Magia y De tal Palo tal Astilla, dos más de Deskarado.
Y llegó el otro himno: Zafar, con el público delirando en una fiesta generalizada y la prolija ejecución de los instrumentos de viento. Lamentablemente, el final se vio algo empañado por la aparición de un carterista entre la gente, que fue repudiada por los propios músicos desde el escenario (la banda se disculpó con sus fans por este suceso en su página web).
Pero con el bis todo quedó olvidado, porque los fanáticos veleros no dejaron de saltar y cantar durante los tres últimos temas: Potosí, El Viejo y El Profeta (con Teysera en la armónica), todos pertenecientes a De Bichos y Flores. Y fue panza llena de música por igual para músicos y público, porque fue un show interminable y poderoso.

(publicado en http://www.ocioenbsas.com.ar/)

Monday, August 25, 2008

Elecciones 2008

En siete días
se va otro tren.

Y este es el último.

Friday, August 22, 2008

A morir

Tristes hombres
si no mueren de amores.
Tristes, tristes.

Miguel Hernández

Tuesday, August 19, 2008

Friday, August 15, 2008

The Pillowman

Ver la versión de The Pillowman (El Hombre Almohada) de Martín McDonagh, que se da por estos días en el Teatro Lola Membrives, resulta una experiencia a todas luces enriquecedora. Es que no es fácil abordar una historia tan densa, con una temática tan delicada (y tan vigente por estos días) como lo es el maltrato y abuso de niños. Pero la puesta de Enrique Federman no sólo logra salir airosa de la prueba sino también emocionar y hacer reír al espectador.
Katurian Katurian es un escritor de relatos que resulta detenido en un estado totalitario no identificado. Dos rústicos policías lo someten a un interrogatorio lindante con la tortura, a raíz de que una serie de niños han sido asesinados en forma tan terrible y sangrienta como ocurre en las historias que él escribe. Michal, el hermano espástico de Katurian, es el fanático número uno de sus cuentos y también es llevado ante la presencia policial. A partir de allí, la pieza irá indagando en cada uno de los personajes, sus secretos, sus traumas y sus miserias y frustraciones, oscilando constantemente entre el humor, el drama y el horror.
Es un verdadero lujo el texto de McDonagh, plagado de un humor negro que por momentos roza la genialidad, a través de los hilarantes diálogos entre los cuatro protagonistas. La escenografía de Alberto Negrín resulta muy acertada, por momentos sobria, por otros planteada convincentemente en dos planos. La iluminación y el sonido son claves en la creación de un clima que, con diversos cortes y estruendos que toman por sorpresa a la audiencia, se asemeja al de una película de terror (el final, en ese sentido, es impecable).
El desempeño de Pablo Echarri en el difícil papel de Katurian sorprende por su solvencia, más teniendo en cuenta que sus anteriores incursiones en teatro nunca habían resultado tan felices. Pero se nota que Echarri está absolutamente compenetrado con su personaje, no sólo por su correctísima dicción en los interminables textos que le competen (no es tarea fácil monologar largamente y en forma intimista de cara al público), sino también por lo acertado de su caracterización, incluso desde lo físico (su atinado corte de pelo, sus movimientos, hasta sus caídas resultan creíbles). Y lo demuestra, también, al final de la pieza, al momento de recibir una merecida ovación casi desde un segundo plano.
Ambos policías se complementan muy bien en sus roles del bueno y accesible (Tupolski) y el más básico y rudo (Ariel). De menor a mayor el primero, a cargo de un Carlos Santamaría con un manejo perfecto de la crudeza y el sarcasmo con que están dotados sus textos. De mayor a menor el rudimentario Ariel de un Vando Villamil por momentos brillante, aunque pierda algo de credibilidad al momento de crecer la sensibilidad de su personaje.
Por último, hay que decir chapeau a la interpretación de Carlos Belloso, sin duda uno de los mejores actores que pueden verse en la actualidad. Es cierto que su personaje es bellísimo, pero no lo es menos que hay que estar a la altura. Y Belloso lo tiene puesto como un traje: su Michal cubierto de todo tipo de gestos y tics, portador de una impecable expresión corporal y una modulación que va regulando a cada momento, resulta inmejorable.
Es The Pillowman una gran obra y su versión argentina muy placentera de ver, por la rutilante puesta en escena (aunque la mini película proyectada en pantalla al comienzo del segundo acto deje algunas dudas), por la enorme calidad general de sus intérpretes y, a no dudarlo, por un Belloso sencillamente imperdible.

(publicado en www.ocioenbsas.com.ar)

Miss you

I've been holding out so long
I've been sleeping all alone
Lord I miss you
I've been hanging on the phone
I've been sleeping all alone
I want to kiss you

Oh everybody waits so long
Oh baby why you wait so long ?
Won't you come on ! Come on !

Thursday, August 14, 2008

Dedicatoria

Me llega la novela de un hermano que me dio Madrid:

Para superloyds
Porque se te extraña en Madrid
"desconfía de las casualidades
y de las putas con tetas pequeñas"

Wednesday, August 13, 2008

Desata tu corazón

"Abre bien los ojos. Mira"

Julio Verne, Miguel Strogoff

Lúcido (y un poco autobiográfico)

Lucas es un joven inmaduro que no puede escindirse de la figura de su madre. De chico ha sido trasplantado. Su hermana le donó un riñón cuando tenía 10 años y luego fue trasladada a Estados Unidos a raíz de ciertas complicaciones en la operación. Ahora, mucho después, vuelve por él porque su marido está muy delicado en internación.
O no. Mejor dicho, Lucas está soñando. Busca un sueño lúcido inducido por su psicoanalista, en el cual poder decidir lo que pasa y lo que deja de pasar, siendo consciente de ello todo el tiempo.
O tampoco. En realidad, la hermana de Lucas le donó sus córneas y ahora, ciega, vuelve a reencontrarse con él y a explicarle por qué se fue tantos años sin darle señales de vida.
Cualquiera de estas historias puede leerse en esta interesantísima obra del prolífico Rafael Spregelburd (su autor y director), representada actualmente en el Teatro Andamio 90. Dotada de muchísimo humor y de ingeniosos giros en un texto muy original, la pieza es interpretada por un regular elenco que lleva adelante un trabajo casi sin fisuras.
Muy solvente Javier Drolas en el papel de un Lucas ciclotímico e hilarante. Su hermana Lucrecia, a cargo de la expresiva María Inés Sancerni, aparece también muy lucida, sobre todo al principio de la obra. Hace reír y mucho Hernán Lara, en el doble rol de mozo del restaurante y de Darío, pretendiente de la mamá del joven. Pero es éste último personaje, Teté, el que destaca mayormente por su impecable manejo de los textos: las ironías, las confusiones, los juegos de palabras efectuados por Eugenia Alonso al encarnar a la invasiva madre del protagonista, transmiten emotividad, gracia y dramatismo a la audiencia.
Lúcido es una obra para deleitarse, más allá de una musicalización un tanto estruendosa y de que la última escena aparezca algo redundante y menos efectiva (como final) que la inmediatamente anterior. Y lo es en base a una gran historia, plagada de buenas ideas y vueltas de tuerca perfectamente ensambladas, pero también llevada a la práctica de manera casi infalible por cuatro histriónicos actores que hacen reír, reflexionar y emocionar a un público que, por ende, difícilmente saldrá indiferente de la sala.

(publicado en http://www.ocioenbsas.com.ar/)

Tuesday, August 12, 2008

Miércoles a la noche: todos a Crobar

GATITO RRPP DICE:
Te espero a vos y tus amigos este miércoles 13 desde las 20.30 hs en Vintage Early Nights al Cocktail free a Cargo del Chef Héctor Bianchi.
Tenemos Happy Hour de cerveza, tragos con vodka y champagne 187 hasta las 23 hs.
También contamos con la presencia de 'Toreros y Puteros' una banda que te hace matar de la risa y además son grandes músicos.
Después del show la mejor música de los 80 - 90 - 00, Rock y Pop a cargo de Andrés Troha.
Si querés, mandame tu lista a juacolebron@hotmail.com y los anoto para que entren gratis.
Si no, diciendo en la puerta que son invitados/as de Joaquín Lebrón, entran de toque.

Abajo te describo el menú:
SHOTS - fríos
Ceviche en salsa de maracuyá
Palmitos, guacamole y camarones
Pinchos capresse
Pinchos de pollo al Spiedo con crocante de piel y bacon al curry
Bombones de foie
BOWLS - calientes
Orecchietti con salsa de hongos perfumados a la Trufa blanca
Honey Mustard Chicken con puré de calabaza y semillas de girasol
Rissotto de rúcula y jamón crudo
Piadinas de varios gustos

Espero verte
Saludos

Capacidad Limitada

Proyectaremos el partido Boca - Arsenal (sin audio)

Joaquín Lebrón
Cel: 153-611-1791

La Mississippi: 1, 2, 3, grabando

La legendaria banda de blues decidió festejar sus 20 años de trayectoria con una serie de shows en El Condado, aprovechando la ocasión, además, para utilizar el material con miras a la grabación de su próximo disco en vivo. Y tuvieron lleno completo en las ocho funciones en que repasaron todos los éxitos de su carrera, dejando a sus fans muy satisfechos.
Nos tocó presenciar el anteúltimo concierto, y nos encontramos con una banda muy aceitada que se brindó por entero a un público que en el comienzo permaneció sentado en las distintas mesas dispuestas a modo de café concert y acabó de pie cantando las últimas canciones de la noche. Un Ricardo Tapia en gran forma, detrás de unos anteojos oscuros, dio el puntapié inicial con un clásico del disco Palacio de Pulgas (1999): El Fierro. Le sucedieron Por Fin Te Fuiste Mabel, del segundo álbum, Bagayo (1995), Dame Dame, un tema del último cd Amor y Paz (2006) y una original versión del Boggie de la Ruta 2, incluido en su álbum debut, Mbugy (1991).
Como se ve, el repaso fue completo, la Mississippi fue saltando de un disco al otro, sin dejar ninguno de sus trabajos de lado. En ese sentido, prosiguieron con un tema de Cara y Ceca (1997): Vamo' y Vamo', con un invitado de lujo que fue el gran guitarrista de blues Dani Raffo y regresaron a otro clásico: Blues del Equipaje, en el que se lució el saxo tenor de Marcelo Zeta Yeyati. Hicieron luego una bonita versión de Hotel La Gallega y recalaron en el disco Bit Hippie (2001), del que interpretaron El Detalle, para regresar a su primer trabajo con una versión de Tres Palabras, con músicos invitados en armónica y guitarras.
El cierre, muy celebrado, con unos cuantos fanáticos que abandonaron sus mesas para bailar al lado de la banda, frente al escenario, fue con Un Trago Para Ver Mejor. Y hubo tiempo, por supuesto, para un bis, con más guitarras de Dani Raffo y más clásicos: No me alcanza y la gran Café Madrid, el primer hit de esta sólida y perdurable agrupación de blues argento.
Un festejo completo, del que seguramente saldrá un disco en vivo para tener muy en cuenta, porque la banda sigue sonando tan bien como siempre y el público acompañó con mucho entusiasmo.

(publicado en http://www.ocioenbsas.com.ar/)

Con los ojos no te veo

Avanzo y escribo
decido el camino
las ganas que quedan se marchan
con vos.

Se apaga el deseo
ya no me entrevero
y hablar es lo
que se me da mejor.

Con los ojos no te veo
sé que se me viene el mareo
y es entonces cuando quiero
salir a caminar...

Monday, August 11, 2008

Ya no espero que ella vuelva...

A fines de julio Los Tipitos se presentaron en La Trastienda ante un público nutrido y familiar, precedidos por la banda chilena Cabaretta. El grupo formado en Mar del Plata abrió un show muy cálido con Tan Real, de su último disco homónimo, seguida por la clásica Sábados Blancos y otras dos canciones nuevas: Corazón Delator y Gatillo (de gran final, pogo incluido), que encontraron a un inspirado Walter Piancioli (que dijo estar afónico aunque casi no se notó) paseándose entre la guitarra y los teclados.
Vuelta a los clásicos, llegó la hora de Para Entender y la gran Silencio, con su bella base de piano, las dos incluidas en el álbum Armando Camaleón (2004) y en ese fantástico cd que es Tipitorex Vivo (2006). Y cerraron la primera parte antes del intervalo con otra canción nueva: Vivelo.
Después de la pausa, retomaron con un lento precioso tocado en forma acústica: En la Vida, con el baterista Pablo Tévez tocando la guitarra y un activo Federico Bugallo (que nunca dejó de interactuar con el público) a cargo de un bajo cuadrado y muy pintoresco. De regreso al formato eléctrico, interpretaron Camaleón, de gran contenido social, cantada a cuatro voces en forma casi impecable, sucedida primero por Te Vas y luego por Rap (de su primer disco), muy celebrada, en la que se alternaron uno por uno en el canto (algo difícil de ver en una banda de rock) y sin que decaiga la alta tensión del tema.
En el último tramo fue escalando el fervor de la gente, que concurrió con ánimo de bailar, saltar y hacer pogo frente al centro del escenario. Sobre todo al llegar las clásicas En el Cielo y El Pasillo Mágico (gran teclado de Piancioli), incluidas también en Tipitorex. Le siguieron El Poli y Basta Para Mí, ambas del tercer disco Cocrouchis (1999) y Trip, del cd siguiente: Vintage (2001).
Al momento del final, con un Raúl Rufino muy ajustado en el canto, hicieron Flor Negra, corte de difusión del último disco y la gran Campanas en la Noche, con esa bellísima letra de amor (...No existe el olvido...). El epílogo del show encontró a los cuatro entrañables músicos sumergidos en una ovación, dejando que las manos de los espectadores tocaran sus instrumentos. Fue una verdadera fiesta, plagada de energía y de canciones muy pegadizas, que hizo que el público se retirara muy satisfecho.

(publicado en www.ocioenbsas.com.ar)

Friday, August 08, 2008

Grabado (Tape)

Vicente llega a Rosario para ver la presentación de la película que su viejo amigo Juan presentará en un festival de cine. Ambos se encuentran en la habitación de un discreto hotel que Vicente ha reservado para la ocasión, luego de varios años sin verse. Allí contrastarán una vieja situación del pasado, que involucra a una ex compañera del colegio secundario, que casualmente vive en la ciudad y acabará irrumpiendo en la escena.
Esta interesante obra de Stephen Belber, con puestas en Nueva York, Los Angeles y Londres y llevada al cine con protagónicos de Uma Thurman y Ethan Hawke, marca el debut en la dirección de la actriz Inés Estévez, que ha elegido focalizar la historia en la complejidad de los diálogos y en la subjetividad de los puntos de vista de tres personajes que, sin embargo, resultan tan llanos como cualquiera de nosotros.
Cobra gran importancia en ese objetivo la acertada traducción de los textos, acompañados muy adecuadamente por la precisa músicalización del reconocido Bobby Flores y una sobria aunque correcta escenografía e iluminación.
El oficio de Fabián Vena le sobra para componer a Vicente, un perdedor alcohólico y drogadicto rodeado de fantasmas, que intentará manipular al resto de los personajes. Su manejo de la ironía es casi perfecto, alcanzando momentos muy lucidos tanto en lo humorístico como en lo dramático: Vena es un actor de raza, que hace reír y emociona por igual y, por sí solo, ya vale la entrada.
Difícil tarea la de Guillermo Pfening en el rol de Juan, que debe lidiar toda la pieza con el casi impecable Vicente. En ese sentido, decepciona un poco su caracterización del director de cine ganador y políticamente correcto, que aparece algo sobreactuada y no logra la carga dramática suficiente para convencer del todo al público.
De menor a mayor la interpretación de Carolina Tejeda, que da vida a Ana, la chica que los dos personajes masculinos se disputaran en la secundaria. Porque si bien no resulta del todo convincente en su entrada en escena, poco a poco va aflojándose hasta lograr construir un papel bastante sólido, que hará eclosión hacia el final de la obra, al momento de engañar a ambos muchachos en forma sarcástica e hilarante.
Es Grabado una propuesta original y profunda, con pasajes dotados de gran comicidad (principalmente a cargo del carismático Vena), que da paso al inevitable cuestionamiento acerca de la complejidad de las relaciones humanas, las distintas ópticas con que cada ser observa el mundo. Y el espectador, probablemente, además de disfrutar de una obra muy agradable, dependiendo del momento le irá dando la razón a cada uno de los personajes o, cuando menos, acabará por comprender sus distintas realidades e impresiones.

(publicado en http://www.ocioenbsas.com.ar/)

Wednesday, August 06, 2008

Joe Satriani: el placer de la guitarra

El enorme guitarrista estadounidense volvió a encontrarse con su fiel público argentino en un Estadio Pepsi Music casi completo. Y tanto él como su perfectamente ensamblada banda se lucieron, como de costumbre, brindando una verdadera fiesta.
Ya sin los pelos largos que luciera en sus primeras visitas, Satriani derrochó una vez más su virtuosismo por Buenos Aires, alternando sus ya clásicas guitarras Ibanez de distintos colores, aunque todas ellas brillasen (más allá de su manera de tocarlas) casi tanto como su reluciente calva.
Con la excusa de presentar su último álbum, Professor Satchafunkilus and the Musterion of Rock, el guitarrista de culto apareció en escena apenas diez minutos después de lo anunciado, con los primeros acordes de, precisamente, el primer corte de difusión del nuevo trabajo, I just wanna rock, colando, por única vez en la noche, su voz distorsionada en una canción.
Guarecido en todo momento tras sus anteojos negros e interactuando constantemente con un público que lo adora como a un dios, Satriani volvió a hacer de las suyas en este nuevo concierto instrumental siempre apuntalado en su guitarra, pero acompañado por músicos de fuste como el renombrado bajista Matt Bissonette, que ofreció un solo de casi diez minutos sencillamente maravilloso, y el baterista Jeff Campitelli, que arranca a sus parches un sonido que se complementa a la perfección con ambos y dio cierre al concierto con otro solo igual de impresionante.
Mientras tanto, el pelado toca, juega, se divierte con la gente, sigue tocando. A puro dedo, con la púa en la boca, invierte la posición de sus manos, toca con los dientes, señala hacia arriba como si fuera un enviado del cielo, habla con el público, lo hace cantar, le pide palmas, bromea con los integrantes de la banda, ensaya sus clásicos saltitos sobre el escenario y mantiene la boca entreabierta como es su costumbre, disfrutando cada nota. Pero casi nunca deja de tocar, en las dos horas y media que dura el espectáculo plagado de rutilantes luces e imponentes imágenes en una pantalla gigante.
Es un placer verlo transpirar sacando de sus guitarras los sonidos más increíbles, aún para quienes no son amantes incondicionales del instrumento. Y se suceden en el escenario, casi sin interrupciones, viejos y nuevos temas, pertenecientes tanto a su último álbum como a otros anteriores, como Super Colossal, Time Machine, The Extremist. Su público, de parabienes, canta, baila, hace que toca su propia guitarra imaginaria con las manos, aplaude a rabiar (tanto a Satriani como a cada uno de sus músicos cuando son presentados) y despide el impecable final del concierto con los puños en alto, hasta la próxima oportunidad.

(publicado en http://www.ocioenbsas.com.ar/)

Attila, de Verdi

En el precioso escenario del Teatro Avenida, Buenos Aires Lírica ofreció una representación muy satisfactoria de la ópera Attila, de Verdi, basada en la llegada a Italia del poderoso y temido emperador y cargada de gran espíritu nacionalista, estrenada en el año 1846.
Musicalmente bellísima, la pieza fue ejecutada en gran forma por una orquesta muy ajustada tras la batuta de Javier Logioia Orbe, en compañía del brillante coro de Buenos Aires Lírica, dirigido por Juan Casasbellas. El marco otorgado por el régisseur Marcelo Perusso contó con una escenografía correcta aunque un tanto estática y minimalista, y un vestuario verdaderamente muy logrado.
El elenco resultó solvente en general, comenzando por un Attila parejo y muy bien actuado, compuesto por el bajo barítono chileno Homero Pérez Miranda, que encontró su punto más alto al final del primer acto, cuando el emperador despierta de un sueño en su campamento cercano a Roma. La heroína Odabella fue interpretada por la soprano Mónica Ferracani, que aunque fue de menor a mayor, logró consolidar velozmente su hermosa condición vocal y alcanzar su más alto registro con gran convicción, arrancando fuertes aplausos al público a lo largo de la noche. El barítono Omar Carrión ofreció un Ezio muy entonado, destacando durante el prólogo, con la emblemática frase "Avrai tu l'Universo, resti l'Italia a me" (Tendrás el Universo, pero déjame la Italia a mí), cantada en forma impecable, y en el segundo acto, de gran contenido nacionalista. El afinado tenor Arnaldo Quiroga, encargado de dar vida a Foresto, el caballero aquilense, se ensambló con mucha presteza a la melódica pieza, ofreciendo junto a Odabella un comienzo cantado en forma preciosa al acusarla de traición, aunque luego haya mostrado algún altibajo en el segundo acto. Completaron el reparto el tenor Emanuel Esteban como el joven Uldino y el bajo Christian Peregrino como el Papa Leone I, ambos correctos.
En líneas generales, una nueva y convincente función de Buenos Aires Lírica, cuyo elenco brindó un final de ópera aceitado y bellísimo y dejó al público -que aplaudió con muchas ganas aunque sin ovacionar- muy satisfecho.

(publicado en www.ocioenbsas.com.ar)

Tuesday, August 05, 2008

Un tablao en plena Buenos Aires

Para celebrar este ciclo porteño de música flamenca, con presentaciones todos los viernes de julio, agosto y septiembre, en un precioso espacio como es Perro Andaluz, en el corazón de San Telmo. Entre sus paredes de ladrillo a la vista, dispuesto en distintas mesas orientadas hacia el escenario, el público puede disfrutar del show entre tapas, pinchos de tortilla y, por qué no, pizza, todo ofrecido a precios muy accesibles.
Mientras tanto, Laura (Frega) y María de la Paz (Salzano) se alternan entre el escenario y la organización. Un viernes baila una y la otra se encarga de no dejar nada librado al azar, y viceversa al viernes siguiente. Siempre acompañadas por dos virtuosos músicos: Héctor Romero, probablemente el mejor guitarrista argentino de flamenco y "El Rafa" González, cantaor y percusionista, que ha pasado por todos los tablaos de Buenos Aires.
Entre guitarra, cajón y cante, se suman, cada viernes, otros dos bailarines invitados al efecto. Nos tocó ver a Laura y, como convidados, a Sebastián Bertuzzi y Florencia Crea, con el sitio lleno y los oles de la gente rebotando en las paredes. El vestuario de las dos atractivas bailarinas, bellísimo y típico, y el repertorio musical muy atinado. Aunque un tanto seria Laura, hizo gala de una técnica de baile muy lograda. Algo rígido Bertuzzi y no tan bien caracterizado en su vestuario, pero igualmente correcto. Y la carismática Florencia Crea, tal vez el punto más alto de la noche, desplegó histrionismo, simpatía y vitalidad sobre el escenario.
Una experiencia muy gratificante en plena Buenos Aires, con una sorprendente calidad interpretativa en general, convierten el acercarse un viernes a la noche al Perro Andaluz en una opción accesible, cálida y muy entretenida.

(publicado en http://www.ocioenbsas.com.ar/)

Mañana


Saturday, August 02, 2008

Together we're invincible

Follow through
Make your dreams come true
Don't give up the fight
You will be alright
Cause there's no one like you in the universe

Don't be afraid
What your mind consumes
You should make a stand
Stand up for what you believe
And tonight
We can truly say
Together we're invincible

During the struggle
They will pull us down
But please, please
Lets use this chance
To turn things around
And tonight
We can truly say
Together we're invincible

Do it on your own
It makes no difference to me
What you leave behind
What you choose to be
And whatever they say
Your souls unbreakable

During the struggle
They will pull us down
But please, please
Lets use this chance
To turn things around
And tonight
We can truly say
Together we're invincible

Together we're invincible