Wednesday, August 06, 2008

Attila, de Verdi

En el precioso escenario del Teatro Avenida, Buenos Aires Lírica ofreció una representación muy satisfactoria de la ópera Attila, de Verdi, basada en la llegada a Italia del poderoso y temido emperador y cargada de gran espíritu nacionalista, estrenada en el año 1846.
Musicalmente bellísima, la pieza fue ejecutada en gran forma por una orquesta muy ajustada tras la batuta de Javier Logioia Orbe, en compañía del brillante coro de Buenos Aires Lírica, dirigido por Juan Casasbellas. El marco otorgado por el régisseur Marcelo Perusso contó con una escenografía correcta aunque un tanto estática y minimalista, y un vestuario verdaderamente muy logrado.
El elenco resultó solvente en general, comenzando por un Attila parejo y muy bien actuado, compuesto por el bajo barítono chileno Homero Pérez Miranda, que encontró su punto más alto al final del primer acto, cuando el emperador despierta de un sueño en su campamento cercano a Roma. La heroína Odabella fue interpretada por la soprano Mónica Ferracani, que aunque fue de menor a mayor, logró consolidar velozmente su hermosa condición vocal y alcanzar su más alto registro con gran convicción, arrancando fuertes aplausos al público a lo largo de la noche. El barítono Omar Carrión ofreció un Ezio muy entonado, destacando durante el prólogo, con la emblemática frase "Avrai tu l'Universo, resti l'Italia a me" (Tendrás el Universo, pero déjame la Italia a mí), cantada en forma impecable, y en el segundo acto, de gran contenido nacionalista. El afinado tenor Arnaldo Quiroga, encargado de dar vida a Foresto, el caballero aquilense, se ensambló con mucha presteza a la melódica pieza, ofreciendo junto a Odabella un comienzo cantado en forma preciosa al acusarla de traición, aunque luego haya mostrado algún altibajo en el segundo acto. Completaron el reparto el tenor Emanuel Esteban como el joven Uldino y el bajo Christian Peregrino como el Papa Leone I, ambos correctos.
En líneas generales, una nueva y convincente función de Buenos Aires Lírica, cuyo elenco brindó un final de ópera aceitado y bellísimo y dejó al público -que aplaudió con muchas ganas aunque sin ovacionar- muy satisfecho.

(publicado en www.ocioenbsas.com.ar)