Tuesday, November 01, 2005

Bemvindo

Los mensajes se pelean en el contestador y no estoy
para hablar con nadie.
Mi viejo dice que el que llega tiene que avisar que llegó.
Mamá me cuenta que está loca pero ya no tanto.
La petisa no dice
nada dice.

En el campo, mis hermanos, en el
suelo, restos de alguien que vino después
que la mucama.
Volver siempre es una gran cagada.
Volar también.

Me camino todo solo, un libro
en la mano que se siente
sola y no. Qué frío.
Casi que me emborracho pero me mira
la chica de enfrente y me pide un
cigarrillo y después se sienta y
de nuevo me mira.

No sé si volver o salir o leer un poco
más, lo que pasa es que algo en mi
cabeza me dice: 'no armes quilombo' y entonces
me encuentro dormido con el libro
encima y escuchando un timbre por
tercera vez.

Ahí me acerco y creo saber quién es pero
voy a preguntar y al final abro directamente
porque no tiene sentido, ya sé quién es
y es nomás y me abraza.

Voy a prender la luz aunque al final prefiero
no verla y no hablar tampoco y tirarnos
en la cama. Acurrucados me animo y le digo
qué floja estuvo pero entonces dice que
en realidad no se dio cuenta y que perdón,
me da un beso ahí y a mí se me pasa
y ya no me siento desamparado.