Wednesday, June 18, 2008

León Gieco y su nuevo compilado

El viernes 13 de junio en Niceto, con trasmisión en directo para Radio Mega, el carismático cantautor presentó su flamante triple compilado frente a un nutrido grupo de periodistas y público amigo. Por partida triple, tal su título, debió haberse llamado Compartida triple, según confesó León le habría sugerido su mujer poco antes del lanzamiento. Es que se trata de tres discos integrados por rarezas, temas versionados y covers, muchos de ellos compartidos con músicos de los más variados estilos y edades. Y León, como el Rodolfo de su célebre Los Orozco, tocó con todos.
Alternando su canto con respuestas a las preguntas de una entrevistadora radial, el músico interpretó con gran claridad Cinco siglos igual y la preciosa La colina de la vida, acompañado de dos jóvenes en piano y guitarra acústica (la guitarra de León permaneció casi intocable a raíz de algunos problemas técnicos). En charla abierta también con el público, no quiso olvidarse de su admirado Charly García, “alguien que se escapa de todos los cánones”, aludiendo a su genialidad musical y deseando que se recupere porque “en la forma en que está ahora, Buenos Aires está más gris”.
Fue el tiempo de varias zambas, tocadas con maestría por dos guitarristas de Abel Pintos invitados para la ocasión: pasaron entonces Zamba por vos, del gran Alfredo Zitarrosa, Puentecito de mi río de Los cantores del alba y Cuando llegue el alba, homenajeando a Jorge Cafrune y con un percusionista ejecutando el cajón peruano. Entre una y otra, León aprovechó para saludar cariñosamente a los niños de un jardín de infantes llamado La rata Lali (en alusión a su famosa canción), que colgaron una bandera de uno de los balcones, y para contar que entre el rock y el folclore prefiere a éste último, aunque le gusten ambos géneros.
Fue entonces el tiempo de los músicos brasileños, porque Gieco hizo una versión de Mar y luna, de Chico Buarque, y otra de A nuestros hijos, del compositor y pianista Iván Lins, dedicada especialmente: “a los hijos sólo cabe pedirles perdón, por este mundo”. Allí confesó que cuando canta este tipo de canciones, al igual que con La cigarra, le dan ganas de llorar, algo que jamás podría hacer en escena.
Y haciendo gala de su constante papel de embajador de los pueblos sudamericanos: “no existen culturas superiores, yo toco y grabo con todos”, se posó sobre Chile, interpretando el charango en su tributo a Víctor Jara: Plegaria a un labrador (que compuso en el subte en el año 73) y homenajeando por igual a la gran Violeta Parra.
En lo que hace a la entrevista, tuvo tiempo de criticar al actual jefe de gobierno porteño: “no cambió nada en Buenos Aires” y de elogiar, como siempre que puede, a su colega y amiga Mercedes Sosa.
Dos vueltas le tomó, a causa de los problemas técnicos ya mencionados, el inicio de Guitarra, una letra de Atahualpa Yupanqui a la que le puso música, que acabó conformando a todos con una perfecta base del bajista eléctrico invitado para la ocasión.
Para finalizar, no cejó en reivindicar su política de derechos humanos, aludiendo a “la justicia que mira y que no ve” e interpretando la bella La memoria, en tono intimista, solo en el escenario, acompañado de su guitarra y armónica. Y llegó la hora de la despedida, a toda orquesta, con todos los músicos invitados arriba del escenario haciendo El ángel de la bicicleta.
Falta solamente que León se convenza de presentar su flamante compilado en un show en vivo, para la gente, algo a lo que lo está alentando la gente de su discográfica pero que, por ahora, según dijo, no tiene previsto: “tendría que ser algo grande, por la cantidad de invitados, es difícil”. Ojalá que se haga, porque merece la pena.

(publicado en http://www.ocioenbsas.com.ar/)