Monday, June 09, 2008

Don Adams

Sábado 7 de junio. A metros de la porteña avenida 9 de julio un ND Ateneo casi completo fue el marco perfecto para la presentación de Segunda temporada completa, nuevo disco de Don Adams, la banda de rock liderada por los carismáticos Frankie Langdon (en voz) y Esteban Pil Del Villar (en guitarras). El show comenzó poco antes de la medianoche: con el telón bajo se escucharon los primeros acordes de Cangrejos, el tema que abre el álbum. Una vez levantado, pudo verse al grupo que completan Nacho Roche Arroche (guitarra), Sebas Sacla (bajo) y Koroco (batería) aparecer en escena lookeado con un vestuario muy glamoroso. Y fue casi una hora y media de rock & roll parejísimo. Para deleite de su mayormente joven público, los chicos de Don Adams, como Los Ramones, nunca dejaron de tocar. Siguiendo el orden del disco, Nuez para vos, Anteojos de sol, No son anillos son ruedas (con un bellísimo final enlazado con la spinettiana Maribel se durmió) y Nada nuevo fueron revelando una banda compacta, precisa, que sabe bien lo que hace en escena. Fue el turno de la ya clásica Brooke McQueen, con un cantante muy encendido, en contacto permanente con la audiencia. Vuelta al álbum presentado, le siguió Alguna vez, una balada para tener en cuenta, por letra y por música, con ciertas reminiscencias stones del guitarrista Pil (emulando a Brian Jones con un slide y a Keith Richards al tocar con un cigarrillo en la boca), Gasolina, con la intro de la ochentosa Beat it de Michael Jackson, y La bomba, que encontró a Langdon susurrando dame un beso a las chicas de las primeras filas. Hubo entonces más temas del primer disco: Siempre fuimos tres, en el que Pil tuvo algunos problemas con su banjo eléctrico, Ayer soñé con vos y la nostálgica Italpark. Y completaron en prolijo orden el disco nuevo: La chica de Venus (por el canal para adultos), la potente Autocine, una jocosa República de Las Vegas, y dos canciones con letras preciosas sobre la soledad y el despecho: Palmeras y Como pasas de uva. Luego de algún desafortunado cambio de vestuario que hizo decaer un poco el encanto inicial, hubo tiempo para un poco más de rock. Llegaron Febrero y Amanda como anticipo del celebrado cierre con Nada que perder y la emblemática Sos mi remera. Sólida performance de los chicos de Don Adams, presentando un disco maduro, sin altibajos y plagado de buenas letras.

(publicado en http://www.ocioenbsas.com.ar/)