Thursday, July 27, 2006

Tomas balnearias

"...para muchos de nosotros La vida descalzo es (será) una verdadera cartografía sentimental. Vestigios de un pasado que volverá disparado por su lectura: fue en Gesell donde sentí la acechanza del peligro real por primera vez, cuando una moto de playa trepó sobre mi hermana de cuatro años, y vi las gotas de sangre brotar, con lentitud y determinación, por toda su espalda; donde cada verano, al entrar a Sacoa, me sentía un poco delincuente, ya que en Capital, los videojuegos estaban prohibidos. En las tardes de calor y sombra de Gesell comencé a intuir, a través de mis padres, que tenían por entonces la edad que tengo hoy, el amenazante mundo de los adultos; donde conocí el vértigo de la seducción femenina, cuando una babysitter de la cual estaba fatalmente enamorado me confesó, aparte y en voz baja, que si yo tuviera algunos años más estaría encantada de ser mi novia; el lugar elegido, años después, para pasar mis primeras vacaciones solo. Pero lo más extraño sucedió cuando cerré el libro: la inquietante revelación de entender que, pese a lo que había creído hasta hoy, y a lo largo de los años, siempre me cuidé de volver, una y otra vez, al menos por unas horas, a Villa Gesell."


(De la columna "Vamos a la playa", publicada por maxi tomas en el suplemento de cultura de perfil del domingo pasado, 23 de julio de 2006. El texto completo, acá)