Tuesday, November 07, 2006

La realidad encañonada

"...y esa misma tarde compró un 38 corto, de seis tiros. Así terminaba el primer capítulo. Roberto sintió que se adentraba en una tierra de nadie. Las frases más inocentes podían ser ahora significativas; las palabras tenían otro peso, otras resonancias. Ahora había un revólver de por medio y todo estaba bajo amenaza. ¿No era exactamente eso, según Chejov, lo que diferenciaba a la literatura de la realidad? Si hay un revólver, antes de las doscientas páginas el revólver disparará. Los personajes se aguzaban: nada de lo que harían, nada de lo que dirían, sería ya casual. Empezaba a asomar la verdadera historia y todo adquiría la palpitación del drama. La realidad encañonada, eso era la literatura. Levantó la vista del libro y se detuvo a escuchar las conversaciones a su alrededor. La mujer en el asiento de atrás, por ejemplo. Parloteaba con absoluta impunidad. Estaba describiendo su casa de veraneo y podía seguir hablando por horas, detenerse en cada azulejo del baño, en cada arabesco de cada azulejo, y daba lo mismo. O podía callarse de pronto y sería igual. También el paisaje era indiferente: los postes de teléfono se repetían con irritante exactitud, él podía empezar a contar postes y contar hasta cien mil: nadie lo interrumpiría. Y si faltara un poste, si hubiera de pronto un hueco, no significaría tampoco absolutamente nada, habría una explicación inmediata, obvia, un rayo, o un vendaval. En todo había la misma inconsciencia, la misma inutilidad, el ciego dejarse suceder de las cosas. Estaban ocurriendo así, pero podían ocurrir de cualquier otro modo. Podía quitar del medio las vacas y los postes, podía quitar los azulejos uno por uno, podía quitar a la mujer en el asiento de atrás, podía luego quitarse él mismo. Nada era necesario. Allí estaba, venciendo por todos lados, la realidad de Susana: la aplastante superioridad de lo gratuito."


(Fragmento del cuento "La víctima" arbitrariamente escogido por superloyds. El cuento forma parte del libro "Infierno grande", de Guillermo Martínez, año 1989, reeditado por Planeta en el año 2000)