"Su ombligo también se veía. Luchilo lo veía en el reflejo del vidrio del 24 horas de la Shell. Era uno de esos ombligos defectuosos, salidos hacia afuera. El tipo de defecto que podía volver loco a cualquiera, a uno como él. El ombligo es el corte, lo que te mantiene o no agarrado a mamá"
Se queda uno con ganas de seguir leyendo, da la impresión de que se trata de un fragmento de algo mucho mayor. Más que interesante texto, en la ciudad desde la leonera, donde paradójicamente, la propia leonera ha sido silenciada.