Wednesday, November 30, 2005

La veda se levanta con poesía

Buscabas alguien con ese nombre
o cualquier nombre italiano.
Le decías a tus amigas que
tenía un culo increíble y era genial
en la cama.

Hormigas en las paredes, no
se ven pero entran por todas
partes.

Todos los días me muero
A la noche pienso
en volver a nacer al otro día
pero todos los días
me muero.

Hormigas en el piso
junto a mis pies
cabeza abajo.

Después te sentabas inmóvil.
Querías cambiar las cosas, pensar
en lo pequeño. Te volvía
a pasar lo mismo, otra vez y
otra vez
y otra.

Más hormigas
en el techo ahora
sobre las caras.

¿Cuánto dura la luz
si se muere después
sin dejar nada iluminado?

Tuesday, November 29, 2005

Silenzio stampa

Un amigo me dijo: "Loyds, publicaste un cuento, un poco largo, cuando pueda lo voy a leer". Ya sé que la onda blog lleva a chequear brevísimos textos a veces sin mucho contenido. Pero como que me encapriché, ¿viste? Entonces voy a esperar a juntar cinco comentarios (mínimo) al cuento anterior para postear otra cosa. Y no estoy buscando algo elogioso, me conformo con: "Lo leí" y nada más. Mientras tanto, superhéroe en huelga. Amén.

Friday, November 25, 2005

Loyds también escribe cuentos


DOS VECES MUERTO


Aníbal Ferrotti era un tipo duro, aunque ese día lloró, y bastante. Imposible evitarlo frente a la tumba de su viejo compañero. Hasta ahora venía sorteando a la cana, pero tenía que borrarse cuanto antes si no quería volver a caer. La última vez había sido por boludo, lo pescaron choreando un estéreo a una cuadra de la tercera, tan drogado que ni alcanzó a reaccionar. Salió a los diez días, pero la pasó fulera. Esta vez estaba jodido en serio, porque si bien no tenían prácticamente ninguna pista, siempre había alguien que podía botonear.

No podía irse sin antes pasar por el cementerio; jugada arriesgada, pero imprescindible para su conciencia. Había chamuyado al guardia diciéndole que era un viejo amigo del muerto que no había podido estar en el entierro, y el otario lo dejó pasar.

Al abrir el diario un par de días atrás no lo había podido creer: decían que al que había matado era a Esteban Solari, o mejor dicho a Sola, un hermano del barrio, su compinche de pendejos. El puto destino lo había cagado por partida doble. Ahora tenía que ver cómo zafar.

Hasta el momento nadie sabía bien qué había pasado y eso le daría tiempo para rajarse por el Tigre hacia el Uruguay. Una vez allá tendría más tiempo para pensar. Miró otra vez la inscripción: “Esteban Solari, cabo 1ero. P.F.A. Perdió su vida en cumplimiento del deber”.

La semana anterior, Ferrotti había planeado afanar el camión: iban a mover un container lleno de cámaras fotográficas desde el puerto hasta un depósito en Palermo Viejo, sin vigilancia. A la mercadería ya la tenía ubicada, y el laburo decidió hacerlo con Titín, su compadre desde que tenía memoria, aunque últimamente cada uno se moviera por las suyas. El auto que pegaron era bastante choto, pero no les importó, porque Ferrotti tenía una línea en una villa que le conseguía unos bufos del carajo, y a eso no había con qué darle.

Todo estaba bien planeado, aunque por lo visto siempre algo tenía que salir mal. En este caso no tenían en mente toparse con un custodio como Pardal, un viejo poli retirado de la época del proceso, que tenía unos huevos de novela.

Interceptaron el camión a la altura del hipódromo, cuando subía hacia Plaza Italia por Bullrich. Ahí nomás le cruzaron el chevette. Titín se bajó a los pedos y se colgó del estribo, apuntando al conductor que no tuvo otra que abrir la puerta sin chistar, porque si no lo boleteaba. Cuando se estaba metiendo adentro apareció en escena el hijo de puta del custodio, que venía pegadito atrás del camión en un 19. Se bajó del auto y empezó a tirarle a Titín desde unos quince metros, dándole a la puerta del camión que quedó abierta. Ferrotti se bajó del chevette y, sin mosquearse, empezó a replicarle los tiros al pelado ex policía, que, obligado, se replegó buscando cubrirse atrás de su renault, y desde ahí se largó a cruzar la avenida hacia el Regimiento Patricios.

¡Qué quilombo se había armado! Eran las tres de la tarde y la idea era que no volara un solo tiro, zafar el camión con el auto de apoyo y a otra cosa. En lugar de eso, se armó un caos infernal, había gente tirada cuerpo a tierra, el tráfico no se animaba a moverse, la joda se había complicado. Había que rajar en el camión con el conductor como rehén, si no estaban listos.

Titín estaba hecho un pelotudo, no esperaba ese recibimiento. Se tocó para asegurarse que no le hubiesen pegado ningún balazo, y después, para descargarse, le dio un par de golpes al camionero que estaba cagado encima. Ferrotti metió marcha atrás para poder salir, cuando oyó la sirena. El custodio ya habría dado la alarma; carajo, había que tomárselas como fuera, y con el camión se iba a complicar, los iban a agarrar enseguida.

No tuvo tiempo ni de pensar, que empezó la balacera; el pelado estaba casi llegando a la esquina con un cana de uniforme, y los dos empezaron a tirarle al chevette. Ferrotti bajó del auto y se metió en el camión con Titín y el chofer que se había desmayado. El motor no encendía. Ahí más o menos se cubrieron, pelaron las dos 45 por la ventana y empezaron a devolver los tiros. La calle se vació en cinco minutos, no se veía un alma, solo coches abandonados. Estaban bien guarecidos en la cabina del camión, pero no tardarían mucho en llegar los refuerzos, y cuando la yuta los rodéase, serían boleta.

Había que salir. Ferrotti lo mandó a Titín a bajar por el lado derecho, mientras él seguía meta tiro sin parar. Después lo siguió y salieron los dos cagando para Pacífico. La idea era alcanzar las vías. El poli de uniforme los seguía de cerca, pero el custodio no daba más; se ve que le pesaban los años, porque apenas alcanzó a correr unos cincuenta metros y tuvo que pararse.

Iban desesperados, a los gritos y empujando a la gente que caminaba por la calle, mientras el rati les gritaba dándoles la voz de alto y sin perderles el paso. Hicieron unas cuantas cuadras hasta que ganaron las escaleras que llevaban a las vías; una vez ahí sería muy difícil que los agarraran. Pero mientras estaban subiendo el poli empezó a los tiros y se lo bajó a Titín, que cayó como diez escalones. Ferrotti siguió, llegó hasta arriba de todo y se escondió atrás de una columna de hierro, para ver si su compadre todavía vivía. No lo podía dejar así tirado.

Al toque se dio cuenta de que estaba muerto. Vio al cobani acercarse al cuerpo, convencido de que él ya se había rajado, y darlo vuelta tomándole el pulso. Luego se inclinó sobre el maltrecho Titín, le levantó la cabeza por el cuello y lo observó detenidamente, como consternado. Entonces lo abrazó y se largó a llorar mientras apoyaba el arma en uno de los escalones. ¡Que sádico hijo de puta!, pensó Ferrotti, ¿qué clase de ritual era ése? No pudo contenerse más, sacó el fierro, le apuntó a la gorra desde arriba y le vació el cargador. Le pegó tres o cuatro balazos, pero el tipo igual alcanzó a pararse, cayendo finalmente hacia adelante por un borde de la escalera, unos ocho metros para abajo.

Ferrotti salió por las vías y logró treparse a un tren casi enseguida, con la satisfacción de haber vengado a su amigo. Ese pedazo de mierda azul no va a joder más, se dijo un tanto nervioso, riéndose.

Al otro día hojeó el diario para ver si andaban detrás suyo. “Un policía y un malviviente muertos. Otro sigue prófugo”. Ninguna novedad, más allá de que por matar a un cana siempre te buscan con toda la furia. Siguió leyendo, decían algunas cosas posta pero, como siempre, también un montón de boludeces. Irían a averiguar por el lado de Titín, aunque mucho no iban a encontrar. Los pibes que paraban con él a Ferrotti casi no lo conocían, eran más perejiles. Además, el vínculo entre los dos últimamente era bastante concreto, algún que otro laburo chico nomás.

Entonces vio la foto del que había matado: le resultó familiar, aunque no sabía de dónde lo tenía. Cuando leyó el nombre se tuvo que sentar. Las manos le empezaron a transpirar, el cuerpo entero le tembló en un escalofrío inagotable. No podía ser verdad, había matado a Solari, a Sola, el que jugaba a la pelota e iba a la cancha todos los domingos con él y con Titín.

¡Que mala leche! Entonces sí le cerró la actitud del rati, de Sola, al ver que se había bajado a Titín, su compañero de juegos, y entendió lo que debió sentir en ese momento, porque ahora le tocaba sentirlo en carne propia y era una mierda.

Alguna vez le habían batido que el Sola era vigilante, que se había enganchado en la Federal, pero él se cagó de la risa; el Sola poli, dejá de joder...

Se persignó torpemente, saludó a su amigo y pensó en su otro amigo, Titín, que ni siquiera un entierro digno debía haber tenido. Caminó hasta la puerta del cementerio, saludó al guardia agradeciéndole la gauchada y se secó la jeta. Dos amigos se habían ido por culpa suya, o no. Pero qué mierda, ahora había que escapar...

¡Quiero mis entradas!


Se desató la fiebre stone. Los lugares de venta tienen colas de varias horas y tampoco estoy para que me rajen del laburo. Ticketek es imposible: "todos nuestros operadores están ocupados, por favor intente nuevamente más tarde", y te cortan de una, ni esperar podés. Peor aún su página de internet, mandás todos tus datos y seguís el procedimiento al pie de la letra, pero al final todo lo hiciste al pedo porque salta error. Es decir, no te confirma la compra, por más que probablemente a fin de mes igual aparezca el pago acreditado en el resumen de tu tarjeta de crédito (algo típico de estas tierras).

A ver Grinbank, vos que seguro leés este blog, mandá dos entradas para el show del 23 y dejá de joder, che.

Thursday, November 24, 2005

El acomodador

Pequeño oko va y viene del Lanari, la creatinina no termina de acomodarse pero el tipo, a pesar de tanto trajín, se lo toma super bien. Loyds le aconseja la mejor terapia: leer. Mientras estás enchufado, leéte algo. Mientras vas y venís, leés otro poco. No hay mejor compañía que una buena novela. En lo personal, no puedo imaginar mi vida sin la lectura, necesito enroscarme y fantasear permanentemente con personajes inventados en la imaginación de algún desconocido. Mis días serían mucho más inconsistentes si no leyera. Me sentiría, probablemente, muy solo.

Estuve una semana entera sin agua fría. Imaginen el infierno que significó enfrentar la ducha exclusivamente hot, en días de 35º de calor. Con sinceridad, no se lo deseo a nadie. Quemaduras de primer grado. Me metía abajo y salía, en la misma décima de segundo, unas doscientas veces por baño. Me recagué pelando como un hijo de puta. Una verdadera tortura. Finalmente opté por el famoso baño francés, sobaqueiro y agujeros, nada más, lo mínimo indispensable. Lavarse los dientes con agua caliente también resulta una experiencia de lo más desagradable. Hasta que adquirí unas botellitas de agua mineral y, al menos, solucioné este aspecto. La cadena, que se carga con el mismo caño de agua, vacía las 24 horas. Balde y balde, la única solución para evacuar a mis indeseables amiguitos. Ayer, a dios gracias, volvió la bendita agua fría y fui feliz. Moraleja: uno valora muchas cosas cuando no las tiene, ¿o acaso valoramos todos los días el tener agua fría? ¿y sentirnos bien? solo cuando uno se siente para el orto extraña esa sensación que parece absolutamente normal.

En la sastrería, si logro arreglarle un par de trajecitos a una señora, puedo hacerme acreedor de una comisión que vendrá de perlas para las vacaciones que se avecinan. Hoy terminé parches, dobladillos, cuellos, todo quedó absolutamente careteable. Mañana será otro día.

Minimaloyds está listo para ser editado formalmente. Edición casera limitada fue repartida entre familiares y amigos. Creo que en general gustó. La cosa va tomando color y ya pintan otros proyectos.

En fin, las cosas parecen querer acomodarse para el final de año. Lindo sería terminar este 2005 en forma muy diferente a como lo empecé, y todo viene en ascenso, porque a partir de semana santa, hasta hoy, pasaron muchas cosas buenas.

Por el momento, me voy a jugar a la pelota con amigos literatos y bloggeros. Que ruede rápido la redonda nomás.

Encuentro de Estudiantes de Letras

Me encantaría ir, pero no sé si voy a poder. Para los que puedan, muy recomendable, hoy arranca esto:


Wednesday, November 23, 2005

Crónicas marcianas

El fin de semana anterior me quedó en el tintero. Tranquila, charlotte, que no voy a joder más con mi cumpleaños. La cosa fue así. El viernes a la noche, con la petisa, hicimos unas tapas en el club social. La moza, según decía, tenía órdenes de no sentar a nadie afuera, pero loyds, encaprichado y luego de mucho insistir, logró copar mesa al aire libre. Después partimos a una reconstrucción de los hechos. Nos habíamos enterado con la petisa de que había una fiesta en la misma casa en que nos conocimos, meses atrás, disfrazados. Gran revival romántico, hasta subimos a la terraza en que le robé la primera sonrisa.

Sábado: jugando al fútbol soy un limado. Clasificación se aleja, nos llenaron la canasta. Loyds, cual Paolo Montero, se enorgullecía ordenando la defensa con unos cuantos gritos. Pero bastó que Ratactor me pidiera que me calle un poco la boca y para qué, quilombo absoluto, goles en contra, puteada va, puteada viene, terminamos todos con cara de culo y además, con el propio culo roto. Como perla negra, referí rené higuita cobra penal en contra, cuando la goleada ya era papelón. Le sugiero: "patealo vos". Referí no comparte irónico sentido del humor y esgrime enorme tarjeta roja en su mano derecha. Telón lento.

Termina el partido y maldito goleador rival propone a sus compañeros: ¿vamos a la crema? Lo imagino saltando empastillado con anteojos recordando la goleada y lo odio un poco más. Creo que lo último que haría, con tanto calor, sería ir a esa mega adoración de dj's.

Busco a la petisa por casa de amiga. Cansado, tirado en el jardín, siento vibrar telefonito. Judas id me indica que es Gran jefe. No trabajo los fines de semana. Dejo morir el llamado. Poco después chequeo mensaje. Gran jefe tiene dos entradas para la fiesta que rato antes juraba sería lo último que haría. A la petisa le intriga la idea, cuñadita va y a ella le divierte, así que cambio de opinión. A caballo regalado...

La entrada es interminable, me recuerda a mis épocas de caminante a Luján. La clave, no perderse en ese mar de gente, imposible volver a encontrarse. Ni bien llegamos aparece un loco saltando por el pasto como un ñandú. Qué estado, dios mío. Petisa tiene pis, la cola es interminable. Después encontramos una amiga de ella, con vincha y viaje incluidos. Su compañero me da unos papelitos con una X marcada. Voy a la barra y se transforman en vodka con speed. La cosa va tomando color. Lo vemos a duby también. Más color. Recorremos una a una las distintas carpas, no tengo ni puta idea cómo se llaman los tipos encaramados en las bandejas, pero no importa, es impresionante ver a la gente posesionada bailando como si fuese el fin del mundo. Un espectáculo digno de ver. No tan digno un gordo que veo sentado colgando de otro, en el medio de una carpa, tomando frula de su también gordo dedo. Flashes, bombas, pantallas gigantes, el cuerpo te salta solo, no hacen falta químicos para sentirlo. Paramos un rato a descansar en el pasto. Dos anfetosos desconocidos juran y perjuran que nos casaremos pronto y que ellos serán invitados. Como cierre, carismático Oakenfold, el único que conozco, tira notable sesión de nunca acabar. Im pre sio nan te. Días después me preguntarán por Prodigy, Cattáneo, Tenaglia, Saunderson y la verdad que no los juno ni tengo forma de saber si los escuché o no, porque fue todo un gran quilombo.

A la salida, nos sentamos un rato en costanera sur a mirar el amanecer. Un gran final, de película.

Domingo resacoso, el interpretador lecturas. Dalcio y sus canciones de la la la, Rexona y un cautivante ataque a Villa Celina, ovación final para el portavoz del gran Ramón Paz (ausente con aviso) y sus pornosonetos. Me perdí la comida grupal posterior porque entonces, sí, empezaba mi semana de cumpleaños.

Una mujer

"-una mujer europea, una mujer inteligente, una mujer hermosa, una mujer educada, una mujer con conocimientos de política internacional, una mujer con conocimientos de marxismo, una mujer a la que no es preciso explicarle todo desde el abc, una mujer que con preguntas inteligentes estimula el pensamiento del hombre, una mujer de moral insobornable, una mujer de gusto impecable, una mujer de vestir discreto y elegante, una mujer joven y madura a la vez, una mujer con conocimiento de bebidas, una mujer que sabe elegir el menú adecuado, una mujer que sabe ordenar el vino adecuado, una mujer que sabe recibir en su casa, una mujer que sabe dar órdenes al personal de servicio, una mujer que sabe organizar un recibimiento para cien personas, una mujer de aplomo y simpatía, una mujer deseable, una mujer europea que comprende los problemas de un latinoamericano, una mujer europea que admira a un revolucionario latinoamericano, una mujer más preocupada no obstante por el tráfico urbano de París que por los problemas de un país latinoamericano colonizado, una mujer atractiva, una mujer que no se conmueve ante la noticia de una muerte, una mujer que oculta por algunas horas el telegrama con la noticia de la muerte del padre de su amante, una mujer que se niega a dejar su trabajo en París, una mujer que se niega a seguir a su joven amante en el viaje de regreso a la selva cafetalera, una mujer con dificultades para olvidar un amor verdadero, una mujer que sabe lo que quiere, una mujer que no se arrepiente de su decisión, una mujer peligrosa, una mujer que puede olvidar rápidamente, una mujer con recursos propios para olvidar lo que ya sólo será un lastre, una mujer que hasta podría olvidar la muerte del muchacho que regresó a su patria..."


(Manuel Puig, "El beso de la mujer araña", año 1976, fragmento tomado del capítulo seis)

Tuesday, November 22, 2005

El libro

El libro quedó sólo, blanco en la mesa, mimetizado
entre servilletas de papel que no existían.
Inconscientemente quedó, a la vista de comensales
robotizados de sábado a la noche, bajo la copa
de vino cabernet que rotaba labios en palermo.

Ni cuenta se dio nadie, ni siquiera aquellos que
momentos antes leían bajo la luz tenue y no
entendían los nombres de los platos. Ahora bailan
entre siluetas desconocidas no se qué aniversario y
el libro, sólo, va de mano en mano hacia la cocina.

El rescate infructuoso franquea guardias y meseras,
despliega manteles multiuso y llora poesía frente
a interlocutores frívolos, beodos, que intentan seducir
a la noche con sus billeteras verborrágicas. El timbre
de salida se apresta a señalar la estampida mortal del libro.

La desazón es insoportable, quizá los días traigan un hallazgo
inesperado o una nueva impresión que paliará la ausencia pero
no la señal de que nunca nada puede volver a empezar. Mientras
tanto, la gota cae sobre la pestaña del libro y destiñe una
por una distintas letras que no alcanzan a formar palabras.

Un reflejo

A la noche, el agua y loyds. A solas...

Monday, November 21, 2005

Maldito lunes

Empieza la semana. Calor, calor agobiante. El uniforme de la sastrería se adhiere a mi espalda transpirada. Caminar entre zombis por la ciudad de la furia se va tornando insoportable. Un fin de semana rico en sensaciones de las buenas me mantiene una sonrisa en la cara. Hasta que llama la madder y me anuncia que pequeño oko va de nuevo camino al Lanari. Sigue que te sube, la creatinina, y la reputa que la parió. Serán otros varios días enclaustrado. ¡Fuerza brother, arriba nene! Hay que seguir adelante, aunque a veces parezca que la noche no termina nunca...

Poniendo la tapa

Anoche finalmente hubo asadito con la galera. Soplé las velitas, tarde pero seguro. Después, repartí edición limitada a cada uno de mis comensales. Aquí va la tapa. Pedilo en el kiosco de tu barrio.


Friday, November 18, 2005

Leyendo a la vez

Tengo la costumbre, a esta altura no sé si buena o mala, de embarcarme en varias lecturas simultáneas. Empiezo con un libro, después agarro otro y así llegan a ser tres o cuatro. Ojo, después, con distintos intervalos en el tiempo, los termino todos. No incluyo a la poesía porque voy salteando de un poema a otro a lo largo y ancho de mi biblioteca. Ahora estoy con Adán Buenosayres (actualmente un tanto abandonado), El beso de la mujer araña y El bailarín de tango. ¿Y a qué viene esto? A que precisamente había notado varios puntos de encuentro en el procedimiento de escritura de los dos últimos. Pensaba que tal vez era una idea propia hasta que leí esta crítica que coincidía conmigo. Sin embargo, en lo que hace estrictamente a la comparación entre los dos autores, no logré detectar en Terranova la indiferencia de la que habla el opinante (el sarcasmo sí es evidente para cualquiera). A la vez, entiendo que los exabruptos dejan de serlo desde el momento en que están en cabeza de personajes de una novela de ficción. No soy crítico pero a mí, en particular, la compañía de su lectura me resultó muy grata y, en el caso de su diario, incluido en La Joven Guardia, indiscutiblemente original. De identidades ideológicas no voy a decir nada, sería quitarle letra al ingenio popular, que nunca descansa. Lo que sí está claro, es que Terra recogió el guante con mucha altura.

Thursday, November 17, 2005

El hombre del martillo

Hace poco más de dos semanas asistí, como cada lunes, a mi encuentro de literatura. Allí me encontré con un amigo leyendo un pequeño relato que, autoreferencial o no, hablaba de un niño cansado de que sus compañeritos lo perturbasen de distintas maneras. La historia, palabras más palabras menos, concluía con el chico agarrando un martillo y emprendiéndola a los golpes contra el resto de los pequeños.

Al día siguiente nomás, vaya casualidad, encuentro una nota en Crónica, titulada "¡Amenazaban con un martillo!", que daba cuenta de este episodio: "La encargada de una farmacia ubicada en la calle Brasil al 500 y una clienta fueron duramente golpeadas y robadas en la tarde de ayer en el barrio porteño de Constitución por dos asaltantes, que les exigieron la entrega de drogas psicotrópicas. El asalto ocurrió en la calle Brasil entre Bolívar y Perú, frente a un importante hipermercado. Los dos delincuentes amenazaron a las víctimas con un martillo cubierto por una bolsa de consorcio, pero uno de los ladrones lo esgrimía como si fuera un revólver".

Coincidencias aparte, mi amigo últimamente me acusa de ser muy ruidoso al comer y beber durante las lecturas acaecidas en los encuentros. Procuraré no emitir el más mínimo sonido en lo sucesivo. A ver si todavía se enoja, pela su martillo y me lo da por la cabeza...

Wednesday, November 16, 2005

La evolución de los días

La madder dice que toda la semana es mi cumpleaños, me llama todos los días y me canta feliz semana de cumpleaños, un personaje extraordinario. Asadito para los amigos, con problemas de tercera agenda. Estoy a punto de suspender todo. El nuevo número no me suena simpático, parezco una mina, ¿me estaré poniendo viejo? La verdad, algo que pensé nunca iba a pasar (vean mi tatuaje si no).

La cena del lunes fue espectacular. La comida, exquisita. La cuenta, saladita. Tuve que saltar a cubrir algunos huecos, pero son días en que no hay que escatimar. Pelé tarjeta y listo, lo bueno es que hasta el mes siguiente persiste la sensación de que todo fue gratis. Cuñado aplicado y primogénita siempre ponen de más, hay que decirlo, en ese sentido al pie del cañón. El rubio juntaba moneditas y perjuraba que no tenía más, un clásico. La madder, mientras tanto, usufructuó la situación tirándole unos cuantos dardos, como también es su costumbre. Por momentos es gracioso verlos delirarse mutuamente con ironías y chascarrillos. A primogénita tanto no le divierte, en general se pone un poco tensa pobre.

Pequeño oko y lolis loli me escribieron una tarjeta muy linda. El uno reclama un poema dedicado (ignora que ya lo tiene), la otra es lo mejor que le pudo haber pasado, a él y a la familoca en pleno. Un sol, nos cayó del cielo. Como regalo, el carrera de mente (aniversario), un juego de mesa, una especie de trivial argentinizado al que jugábamos de chicos. En casi todos los casos, modestia aparte, ganaba loyds, vamos a ver ahora. La madder aportó unas zapas de papi fulbo muy dignas. El próximo jueves fecha libre, pero la otra semana, agárrense rivales literatos. El rubio prometió saquini veraniego (mmmmm...). Primogénita se encargará de mis mudas interiores, bastante baqueteadas por cierto, pero la verdad es que salir a comprar medias y calzoncillos no es el mejor programa y aproveché para que me solucionara el proceso en un todo. La petisa había cumplido largamente la noche anterior, altas bermudas y una remera muy buena, pero chicona, que tengo para cambiar. No te podés quejar loyds, la verdad...

Y entonces vino el mío. Algo inusual regalar el día de tu cumpleaños. La memoria me trajo a la cabeza aquellas bolsitas que te daban a la salida de las fiestitas del colegio, con caramelos y muñequitos o, por qué no, la clásica piñata. Pero en este caso, desplegué edición limitada de minimaloyds (by amigo rami) y entregué un libro a cada uno, comprometiéndome a personalizar la dedicatoria en otra oportunidad. Pintó un poco de emoción. Pasaron muchas cosas de un tiempo a esta parte en la familoca y últimamente lloramos por cualquier cosa. Igual estuvo bueno. Siempre se quejaron de que no les mostrase mucho. Vamos a ver si me leen ahora. El rubio ya me adelantó que no entendió una goma.

Los días siguientes fueron un tanto raros. Algún regalito acá en la sastrería ligué también. Hubo llamados atrasados, otros que nunca llegaron, en fin. Estoy un poco desfasado, tengo un año más, hay algunas cosas que no termino de resolver, algunas que van clareando, algunas que vienen, algunas que la la la...

El muñeco de terranbomber

"Te puedo contar cuando empecé a hacerle favores al señor Ho. Me pidió que llevara un ventrílocuo hasta Mar del Plata. Sí, un ventrílocuo. Me hizo esperar cinco minutos y salió con un bolso de mano y una caja de madera. Abrí el baúl y me dijo que no, que la caja iba adelante. La pusimos en el asiento de atrás. Arrancamos. Empezamos hablando del clima, pero enseguida se despachó con lo de la profesión y el show. El tipo vivía para el muñeco. Me hablaba del muñeco como si fuera una persona. Después, a la vuelta, traje a otro tipo que lo conocía. Y me lo confirmó. Se hacían los trajes juntos, a medida. Le hablaba cuando estaban solos. Lo trataba como si fuera una persona, pero era un muñeco"


(Juan Terranova, "El bailarín de tango", Ediciones Deldragón, año 2003, capítulo 24)

Monday, November 14, 2005

Hoy es mi cumpleaños

Sí, hace ya unos cuantos años, a las 5 de la matina, nacía loyds en la ciudad de la furia.

Después de un fin de semana rebosante de aventuras que ya serán reflejadas en próximos posts (fiestas -incluida creamfields-, fulbazo, panzadas y lecturas), arranqué anoche 0 horas con cena íntima en casa. Sushi, champú y regalos de la petisa, hasta ahí un lujo. El rubio llamó a los pocos minutos, como redimiéndose, estuvo bueno. Pero luego la noche no transcurrió de la manera más apacible por algunos desajustes de alcoba. Digamos que las cosas no salen como lo planeo en mis últimos cumpleaños, es como un karma que no logro superar. Y un loyds insatisfecho puede ser muy peligroso, para sí y para terceros.

En mi casa me enseñaron que el día de tu cumpleaños todos tienen que estar pendientes de vos y creo que a la larga fue contraproducente. Lo digo porque uno después va encontrándose con gente que quizá no comparte el concepto y ahí la cosa se complica. Es decir, encarás el día con determinadas expectativas que en general terminan por no cumplirse y eso deja sabor a poco. Cuánto más fácil sería la vida sin expectativas, no esperar nada, que las cosas vengan si tienen que venir y si no, no quedar dibujado aguardando lo imposible (reconozco que soy un tanto caprichoso, imagínense el día de mi cumpleaños).

Pero bueno, la cosa empezó a levantar ni bien me retiré un tanto ofuscado de casa. Madder, la loca más linda, dejó mensajes por todos lados hasta que atendí y me cantó un largo feliz cumple a capella. Después, lluvia de llamados. Amigos johnny, majo, lu, kaika, mili. Cuñado aplicado, pequeño oko, lolis loli, prima sofi. Felicitaciones de rutina aquí en la sastrería. Me divierte cuando alguno me saluda sin saber qué día es hoy para mí (lógico, no tienen por qué saberlo todos) y después otro le sopla y vuelve: ah, hoy es tu cumpleaños, perdoname, no sabía !! También me causa mucha gracia cómo la gente te llama y después del clásico ¡feliz cumpleaños! ya no sabe mucho qué decir. Ahí empiezan los típicos: ¿cómo la estás pasando? ¿cuántos cumplís? ¿qué te regalaron? y yo contesto escuetamente y me quedo en silencio tanteando cómo la reman en el aire. Hay algo de perverso en disfrutar esas situaciones, ya lo sé, pero no lo puedo evitar.

Siempre me pinta un balance en estas fechas, que en general es un tanto ciclotímico. Pasaron muchas cosas buenas este año, están pasando otras tantas, miro hacia el frente con optimismo, estoy rompiendo viejos moldes. Por momentos me pregunto si a esta altura no debería haber hecho muchas cosas más. No lo sé, probablemente sí, pero miro para atrás y no está tan mal, no me arrepiento de las cosas que hice, las hice lo mejor que pude, qué se yo. Fuerza y adelante loyds.

Ahí aparece la petisa, supongo que el resto del día transcurrirá en paz. Esta noche, parrillazo familiar, como debe ser, como me gusta en estos casos. Elijo lugar y no pago, ideal. Río Alba, lo mejor que conozco, por lejos.

Se aceptan regalos fetiches, salutaciones obsecuentes, elogios rimbombantes y todo tipo de alimentos al ego. Y nada más que eso.

Salud amigos.

Friday, November 11, 2005

Bomba

El payaso no se ríe más.
La sangre oscura le destiñe
el pantalón amarillo.
Se pregunta si su entero
disfraz tiene algún sentido.

Lamenta tanta alegría
desperdiciada. Sus gracias no
le sirven de mucho. Las esquirlas
de algo le quedaron clavadas
en el alma de payaso.

Se da cuenta, ahora: las falsas
risas le costaron media vida.
Lo que no puede saber es si
la explosión vino de afuera
o pasó dentro suyo.

Un buen programa

El domingo a la tarde, me parece que voy a ir acá:


La imagen “http://photos1.blogger.com/blogger/2455/863/1600/ShowLetter.gif” no puede mostrarse porque contiene errores.

Thursday, November 10, 2005

La poesía

"La poesía habla al ser humano no como ser hecho, sino por hacer, le descubre espacios interiores que ignoraba tener y que por eso no tenía. Va a la realidad y la devuelve otra. Espera el milagro, pero sobre todo busca la materia que lo hace. Nombra lo que la esperaba oculto en el fondo de los tiempos y es memoria de lo no sucedido todavía. Sólo en lo desconocido canta la poesía. Ella acepta el espesor de la tragedia humana, pero no obedece al principio de realidad sino al orden del deseo. Choca contra los límites de la lengua y va más allá en el intento de responder al llamado de un amor que no cesa. Es un movimiento hacia el Otro, pasa de su misterio al misterio de todos y les ofrece rostros que duran la eternidad de un resplandor. Corrige la fealdad, es ajena al cálculo y da cobijo en sus tiendas de fuego. Se instala en la lengua como cuerpo y no la deja dormir... Premiar el mester de poesía, esa Cenicienta de la literatura que apenas ocupa rinconcitos en los catálogos de las grandes editoriales, es un acto casi heroico. Va a contramano de estos tiempos y a favor de la historia. La poesía viene del fondo de los siglos y ninguna catástrofe natural o de mano de hombre ha podido cortar su hilo poderoso. Es un hilo que nos une a todos y sólo se acabará cuando se acabe el mundo"


(Fragmentos escogidos arbitrariamente por superloyds, de entre las palabras de agradecimiento pronunciadas por Juan Gelman al recibir el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana. El texto completo fue publicado hoy en contratapa de Página 12)

Entendamos qué es un blog

"...'En la mayoría de los 'blogs' autobiográficos se cuela mucha ficción también. Nadie dice absolutamente la verdad, siempre se tiende a adornarlo porque es difícil que cada día te pasen cosas interesantes', opina Hernán Casciari. Este argentino, de 34 años, se define como autor de blogonovelas y está detrás de dos de las bitácoras hispanas más exitosas... 'Un escritor tradicional solía trabajar en solitario en su casa. Después lo mandaba a su editor por correo y luego le tocaba esperar una respuesta. En un blog, uno es un escritor mutante. Su propio jefe de diseño, su director de marketing', cuenta Hernán..."


(Revista EP[S] "El País Semanal" del Diario El País, Madrid, España, octubre de 2005)

Wednesday, November 09, 2005

Dos clases de clase

Martes, fin de tarde. En algún lugar de la ciudad de la furia, irritados periodistas de Crónica impiden el paso de los automovilistas que forman, estáticos, interminables filas de impaciencia.

Muy cerca de allí, en un oneroso claustro de amplias dimensiones, profesor cabeza de kiwi diserta tímidamente acerca de sus dudosos conocimientos. Saluda gentilmente al rezagado con una inclinación del cuerpo que deja aún más a la vista su prominente calvicie circundada de canas. Tanto estudio debe haberle hecho envejecer en forma prematura.

Parece que fue ayer cuando te expulsaron del instituto, por pegar en el techo del aula pescaditos de goma, ¿te acordás?, sí, te acordás. Cabeza de kiwi, ahora devenido en amable catedrático, se abrió de gambas, se hizo el boludo, miró para otro lado.

¿Qué tiene que hacer catalana guapa, al salir de aquí? Joder, además de saber tanto tanto, ¿se pone cachonda de tanto en tanto? Adivino algo contenido, apetitosas formas tras sus ropas de vieja.

Profesor kiwi plantea un problema. Te preguntás, ¿no hay ya suficientes problemas como para inventar uno? ¿O acaso no le da el cuero y les pasa la pelota a sus alumnos? ¿O quizá pretenda que le resuelvan un caso real que él mismo no puede resolver? Parece haber olvidado que esa cara, incluso con pelo, ya era impresentable en su adolescencia y que, pese a ello, lo sacaste a la cancha. Y vos no olvidás que te negó tres veces antes de Mr. David.

Nuria, pero qué nombre más bonito, tamaños pechos esconde usted bajo esa blusa, hala, quítesela, y también esas bragas que voy a follarla aquí mismo, delante de todos.

Kiwi académico finaliza su exposición. La audiencia, obsecuente, aplaude. Vos no. Te saluda personalmente, ¡mi viejo, qué decis!, refiere en forma amistosa. Lo mirás fijo, escudriñándolo, a los ojos. El tipo entiende, es olfa pero no estúpido, vuelve a inclinar la cabeza, evade.

Acojonante, profesora, lo que me hace, quién hubiera dicho de lo que es capaz, procure lo único no lastimarme con esos frenos, que esta polla es la única que tengo, tía.

Martes, noche, ciudad de la furia, la manifestación ha concluido. Los supuestos periodistas se han desconcentrado pacíficamente. Sólo quedan sus infinitos panfletos blancos inundando la avenida. La casa de estudios baja lentamente sus cortinas. La propia urbe se apresta a quedar desierta.

Poesía argentina honorífica

"Dos poetas para compartir el mundo.
Los autores quiteños Edwin Madrid y Aleyda Quevedo, juntos en la vida y en la poesía, compartieron su obra y ofrecieron una charla sobre la importancia y las dificultades de la poesía en el convivir de dos poetas, en el reciente III Festival Mundial de la Poesía, en Santiago de Chile. El festival, denominado 'Compartir el mundo', reunió a 50 prestigiosos poetas de numerosos puntos del planeta, junto a los chilenos, quienes están empeñados en convertir a su nación en 'La casa de los poetas'. Argentina fue el país invitado de honor de esta cita, que contempló recitales masivos y gratuitos, además de una serie de talleres y conversaciones entre los poetas jóvenes y el público chileno, en 'una invitación a celebrar la poesía mediante el hecho de vivir y soñar un planeta'."


(De la revista ecuatoriana "Vistazo", del 28/10/05)

Tuesday, November 08, 2005

IntoXicado

Me desperté así como para abajo. Un día existencialista y sin poesía. Entonces fui y me compré esto:



"Esta vez es en serio, no estoy mintiendo, algo se prende fuego,
sé que muchas veces dije que el lobo venía, pero esta vez el lobo está acá.
Se prende fuego, mi pelo, mi piano, mis discos, la ropa y el perro;
puede ser que otra vez no sea cierto, pero siento como el fuego
me quema por dentro. Esta vez es en serio...
Dame un balde de agua o de arena o pasame el matafuego,
que el incendio está cerca y no voy a quemarme sin antes pelear.
Fuego, fuego, fuego, fuego... estamos enfermos, fuego, fuego...
estamos enfermos perdonennós, perdonennós..."


("Fuego", Cristian "Pity" Alvarez, dedicado a Federico Moura)

Monday, November 07, 2005

La isla de la fantasía


Isla de Cozumel, México, antes del huracán Wilma. Mejor amigo vive allí. Loyds iba cuando podía a visitarlo y se encontró (y sobrevivió) al Emily, que es motivo de otra historia que ya contaré. Actualmente, él y otros cuantos argentinos más que trabajaban en ese paraíso de la riviera maya, se desloman todos los días tratando de reconstruir parte de lo que tenían y de convencer a los fucking cruceros yanquis de que vuelvan a dejar sus dólares a la isla. Desde aquí toda mi energía para ellos. Fuerza muchachos.

Spinetta en concierto

Mañana el flaco cierra un ciclo de tres conciertos íntimos en La Trastienda. Tuve el placer de presenciar el primero de ellos y fue impecable. La banda que lo acompaña es un relojito aceitadísimo, el maestro Claudio Cardone en las teclas, la bella Nerina Nicotra en bajo y el batero nuevo Sergio Verdinelli. Da gusto escuchar viejos temas como kamikaze y era de uranio, tan trabajados, tan jazzeados. Para quien quiera pasar un buen rato, imperdible. Independientemente de que distintas actitudes y verborragias típicamente spinettianas hayan llevado a caslas a catalogarlo de 'muerto vivo' creo que vale la pena darse una vuelta por La Trastienda, donde, por qué no decirlo, se ha visto deambular entre su público a varios sujetos con la camiseta de san lorenzo, pese a que el falso dios, como es bien sabido, sea un acérrimo hincha millonario.

El interpretador

Buenas noticias: salió el nro. 20 de el interpretador, una gran revista. A no perdérsela, es gratis, disponible sólo en la web. A mi modo de ver, de lectura imprescindible.

Un domingo cualquiera

Hay días que arrancan descarajinados y no hay con que darle. Creo que en todas las parejas es bastante parecido. No hay regla. Tal vez influya que hace seis días que no fumo cigarrillos. No lo sé. Lo que sí sé es que hoy la petisa y yo anduvimos con tiempos diferentes.

Me desperté solo en la cama. Supuse que la madrugadora habría salido a desayunar o a chequear la pileta. Pero no, estaba durmiendo en el sillón del living, cual contorsionista. Y aparentemente había pasado toda la noche ahí. Hice memoria: cenamos caballo regalado en un lugar de puta madre, con pequeño oko y lolis loli. Luego, invitados por ratactor y chica a fiesta extraña con dj choto que enganchaba oakenfold con shakira. No pude recordar pelea alguna, tal vez un desencanto, qué se yo.

Bien, propuse arrancar y no hubo caso, agarró la cama y siguió un par de horas. La observé despierto un buen lapso y después me volví a dormir, justo antes de que ella despertara y quisiera salir.

Finalmente, acuerdo: un poco de pileta con agua helada. Petisa se fue antes, para no tardar en ducharse e ir a dar una vuelta. Yo quedé devorando ocio de casas casla de punta a punta. Subí y nadie respondía a la puerta, quedé pintado en el pallier un largo rato hasta que petisa se dignó a abrir envuelta en toalla. Terminé libro, esperé que se vistiese, ¿vamos nena?, ¿adónde?, a epicúreos, por un cafecito o una picada. Odio epicúreos, es como una cueva de vicios, andá vos, yo me quedo. Dudé entre hacer plop como condorito o irme caminando y, obviamente, terminé pateando latas por la calle.

Instalado en un lugar más aireado que la cueva, capturé periódicos del domingo y quedé hipnotizado. Al rato apareció la petisa y hubo tabla de fiambres conciliadora previo a su insistencia en irnos sin terminar diarios. Finalmente concluí mi un tanto prolongado -lo admito- ritual y partimos a ver película, no sin antes discrepar en el cine a concurrir. Tatuado no nos aportó demasiado a ninguno de los dos (muy bien nahuel pérez biscayart), faltó un poco de luz y ritmo para acomodar nuestra mutua apatía.

De vuelta a casa, fideos un tanto insípidos y compañía en paz. La quiero mucho a la petisa, pero todos tenemos nuestros días...

Sunday, November 06, 2005

Fin de semana sabática

Esta semana me la tomé para mí y mis textos. En el laburo puede decirse que saqué lo mínimo indispensable, como para evitar el incendio. Una gran noticia: la petisa terminó de imprimirme el boceto de minimaloyds, librillo de poemas de pronta aparición. Dejé uno en manos de experimentado capitán para saber su opinión. Opciones varias de imprenta y encuadernación, ya veremos. Otro ejemplar va y viene conmigo por la ciudad y tiene saludable aceptación. Inesperados lectores de este blog me dan pilas para seguir adelante. Envié una nota para revista de amiga y gustó mucho. Algo sobre amistades entre hombres y mujeres, gracioso y reflexivo a la vez. Amiga me pide datos y foto para columna. Le explico que soy simplemente loyds y que mi foto no vale la pena, que tengo un símbolo más interesante que puede servir.

El jueves hubo partido homenaje a san pedro porno que terminó igualado. Luego dos promos de muzza, fainá y cerveza. Larga charla, conocí gente agradable, me gustan esas ceremonias.

Viernes a la noche asado con la galera. Petisa y yo llegamos tarde, como siempre. La gente ya había comido así que a recalentar. Chori, morci y un poco de colita, muy sabroso. En las gargantas, vino tinto, duby y gaseosa para cortar. Viejo amigo conexo de paso en la ciudad de la furia. Su chica y la petisa fueron novias de un mismo tipo en el pasado, una detrás de otra. Aclaran que todo está bien ahora, pero sospecho que no deben haberse querido mucho en esos tiempos. Ligo una camisa que ya daba por perdida, entrañable amigo que destruyera una mía ahora hace ropa y me compensa como un señor. Otro amigo, vicioso que de tanto en tanto promete dejar todo y bebe agua tónica con energizante, brinda grotesco espectáculo beodo, erra a banco de apoyo y cae despatarrado a nuestros pies salpicando con vino calzados varios. Fiesta de disfraces en puerta, halloween dicen; de un tiempo a esta parte resulta que hay que festejar noche de brujas, en cualquier momento nos van a inculcar el día de acción de gracias también. No celebro fiestas yanquis importadas, no me sale, no me prende. La petisa me mira con cara de sueño, señal perfecta para bajar la cortina y despedirnos de graciosos personajes con pelucas y narices de payaso.

Dos alfajores de dulce de leche se van conmigo en el camino. Casa, mimos varios y hasta mañana, petisa. Por fin puedo descansar, nos quedamos hasta el mediodía en la cama y soy feliz, no había podido dormir bien en toda la semana. Parece que finalmente llenaron la pileta y eso es bueno. Tengo varios posts acumulados para colgar, sólo hay que darles forma. Venimos a lo de petisa, suegros ausentes, su hermano y otro mirando los pumas, personaje amiga de ella nos hace reír. Leo diario de acá (cumbre, contracumbre y recontracumbre que los parió) y de españa del que suegro es suscriptor. Ahora voy a empezar ocio, del gran casas. En un rato más partimos a comer con pequeño oko y lolis loli.

Lo que se dice un sábado muy placentero.

Friday, November 04, 2005

Cita de libro pedorro de autoayuda

"La vida no es ningún pasillo recto y fácil
que recorremos libres y sin obstáculos,
sino un laberinto de pasadizos,
en el que tenemos que buscar nuestro camino,
perdidos y confusos, detenidos,
de vez en cuando, por un callejón sin salida.

Pero, si tenemos fe, siempre se abre
una puerta ante nosotros;
quizá no sea la que imaginamos,
pero sí será, finalmente,
la que demuestre ser buena
para nosotros"



(Archibald Joseph Cronin, escritor escocés, 1896-1981)

Thursday, November 03, 2005

Por las calles de la ciudad de la furia

La semana pasada, mientras yo recorría alegremente Guayaquil city, primogénita recorría lugares de internación porteños. La cosa fue así: mientras pequeño oko levantaba su creatinina en el Lanari, al viejo rubio, posiblemente influenciado por la noticia, casi le da un bobazo. Un fuerte dolor en el pecho lo dejó durmiendo dos noches en el Cemic de Saavedra. Es probable que de aquí a poco necesite otro by pass, veremos. Encima, la directiva del rubio fue no darnos parte ni a mí que estaba fuera para no preocuparme, ni a pequeño oko que con su propia internación ya tenía suficiente. Con lo cual, linda película se tuvo que mangiar sola la pobre primogénita. Parecía la madre Teresa, de un hospital a otro. Por suerte para el final de la semana cada uno estaba en su casa.

El sábado, en el campeonato de fútbol, mientras mi equipo ganaba 2 a 1 en mi ausencia, en la cancha vecina cayó muerto un pibe de 25 años, de un ataque al corazón. Un drama total, menos mal que yo no estaba porque ver esas cosas me pega para atrás.

Desde que volví no pasa nada. En el laburo no hice más que mirar la computadora y hacer que trabajaba. Cada vez que vuelvo de viaje es lo mismo, físicamente estoy acá pero mi cabeza aterriza unos cuantos días después, cuando la inmensa torre acumulada sobre mi escritorio amenaza con caérseme encima.

La inflación está golpeando a mi puerta. Mail de madrid: propietario de mi humilde departamento piensa en euros y quiere aumentar considerablemente el alquiler. Llamado telefónico: dueño del hogar de ex buscapanner también pugna por una actualización. Lo único que no aumenta es mi paga.

El lunes llevé a la petisa a cenar a lo de madder, nos dio comida especial porque estaba pequeño oko y no hay que tentarlo. Hicimos nuestra buena acción del día. Mi ración estaba más seca que lengua e loro. Martes, comida en lo de primogénita, con el rubio recuperado en la mesa. Un goulash de la san puta, me rompí la boca comiendo. Entre rubio y cuñado aplicado me quemaron la bocha, quieren que vuelva a dar clases en la facultad. Yo no quiero, no tengo tiempo y a la facultad no vuelvo más, se los dije mil veces. No lo entienden, me fumé un cigarro, acusé cansancio y me dí a la fuga.

Ayer fuimos con la petisa a ver Tiempo de valientes. Peretti y Luque, muy bien los dos. La historia de Szifrón no me terminó de convencer. Con los simuladores nunca me enganché tampoco, tal vez no es lo que más me gusta. Me pareció una comedia muy bien actuada, para pasar el rato y nada más. Esperaba otra cosa, no una mezcla de lugares comunes de películas de detectives de Hollywood. Sí me gustó cómo está filmada, tomas y efectos especiales muy convincentes. Un guionista a la derecha....

Hoy partí a la aventura. Tempranito a vialidad, atrás del autódromo, a renovar registro vencido hace casi un año. El otro día me enteré que al año de vencido hay que salir a esquivar conitos con un instructor al lado y antes que eso decidí enfrentarme a la burocracia. ¡Qué trámite insufrible, dios mío! Cuatro horas como un boludo haciendo colas para distintos exámenes que, de tan ridículos, hasta Mr. Magoo hubiese sorteado con éxito. Al visual entré con anteojos y nadie me dijo nada. En el audio me clavaron unos auriculares y me pasaban sonidos agudos, piiiii, levanté la mano dos veces y listo. La psicóloga me preguntó cosas tales como: ¿alguna vez estacionó sobre la vereda? ¿tuvo accidentes muy graves? ¿sale con su coche a atropellar niños? El chabón del exámen físico, lo delataba un calendario en la pared, era del casla y nos la pasamos hablando de fútbol. Finalmente, un teórico que consistió en adivinar un cartel de contramano y otro de prohibido girar a la izquierda. Digo, para preguntar pelotudeces que te lo den directamente, ¿para qué perder tantas horas cagado de calor si de todas formas aprueban a cualquiera que después te pisa en la calle?

Dicho y hecho, a la vuelta, de estreno, manejé peor que nunca. Me colgué en la general paz, perdí la autopista y di la vuelta más larga del mundo. En medio del tráfico casi me llevo un motociclista que todavía me está puteando. Por suerte no pasó nada. Tengo licencia hasta el 2010 amigos, ex buscapanner satisfecho...

Wednesday, November 02, 2005

R.A. y la cumbre

No soy radical. De hecho, la política no es algo que me interese demasiado. El personaje en sí me resulta indiferente. Un gran orador, eso seguro, que siempre supo reponerse con dignidad (hiperinflación, pacto de olivos, vuelco automovilístico, muerte de la nieta). Por algo será el ex presidente con mayor prestigio de los últimos 30 años. Sorprendente la lucidez de su nota "Una cumbre para luchar contra la pobreza y la exclusión social", publicada en el Clarín de ayer. Escribió, entre otras cosas, esto:

"Los años 90 han sido difíciles para las democracias latinoamericanas, que debieron sufrir el desmantelamiento de los aparatos estatales de asistencia y previsión social, la privatización salvaje de sus recursos y servicios básicos, la pérdida de su capacidad soberana para morigerar los efectos de las crisis económicas y la hipoteca del endeudamiento externo en el marco de una ideología neoliberal que significó una transferencia interna y externa de riquezas y dejó como secuela sociedades más desiguales e injustas. Hubo responsabilidades en las dirigencias nacionales, también en los organismos financieros internacionales y también en las economías industrializadas y los países desarrollados, que operaron como bombas de succión sobre las economías de nuestros países mientras mantenían sus barreras proteccionistas.

Por eso, es cierto, hay que poner en práctica políticas y orientaciones consistentes con aquellos propósitos, y ésta es una tarea que debe realizarse en conjunto: crisis gravísimas como la vivida por Perú, Ecuador, Venezuela, Paraguay, Bolivia y la Argentina en los últimos años pudieron ser capeadas gracias a la solidaridad y la intervención de esquemas de cooperación y compromiso supranacional, y se preservó en todos los casos lo esencial: la vigencia de las libertades, el respeto por la voluntad popular y los regímenes democráticos.

América latina, tal como lo advierten los indicadores y mediciones internacionales, es el subcontinente más democrático (entendiendo democracia en un sentido amplio y vulgar) pero más desigual del mundo. Mientras exista esta escandalosa contradicción, la situación será preocupante y nuestros países estarán expuestos a recurrentes problemas en su vida institucional y en su propia integridad nacional.

Nuestras democracias han pasado por todo; han soportado duras circunstancias, pero sobrevivieron y fueron rescatadas por las propias sociedades. Falta, sin embargo, un nuevo impulso democratizador para generar consensos transformadores y, principalmente, para acometer la tarea de reorientar la distribución del ingreso y construir sociedades más igualitarias.

El peligro para América latina es la dialéctica de confrontación que puede establecerse entre una política hemisférica de los Estados Unidos que parece retrotraerse a lo peor de los años de la Guerra Fría, y respuestas que sean espasmódicas, aisladas o folclóricas desde nuestra región, que pierdan de vista la necesidad de fortalecer los consensos regionales entre las democracias.

Ya no tenemos que enfrentar dictaduras y regímenes ilegítimos en nuestro continente. Es un enorme salto cualitativo. Pero, luego de un cuarto de siglo de renacimiento y consolidación de la democracia en América latina, no hemos encontrado las herramientas y las políticas que nos permitan alcanzar un desarrollo sostenido y resolver los problemas de pobreza y desigualdad. Desde luego, hay barreras exógenas, pero también endógenas.

La actual administración norteamericana se inclina peligrosamente hacia actitudes hegemónicas en sus relaciones internacionales. No se trata solamente de su evidente proteccionismo, patentizado en la subvención a sus agricultores. Pensemos en temas de importancia mundial, como su catastrófica política en Oriente Medio, o su boicot a la Corte Penal Internacional que debe juzgar los crímenes de guerra, o su reticencia a participar en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, y su increíble posición en materia ecológica.

Para fortalecer las democracias y evitar las tentaciones autoritarias es necesario crear lazos indisolubles entre nuestras naciones. Con voces débiles y aisladas nunca podremos avanzar más allá de lo que nos imponga el imperio. Debe haber una sola voz: la voz de una América latina fuerte, convincente, unida en el objetivo de eliminar la pobreza y evitar la soberbia del más fuerte. Parece una utopía, pero el planteo no puede soslayarse"


Raúl Alfonsín


Ser poeta

"Hace pocos días me preguntaron qué es ser poeta. Y me resultó difícil responder sin acudir a lugares comunes: un destino o -con el dramatismo que aman ciertos intelectuales argentinos- una condena. Tal vez sea cierto, pero además consiste en una paciencia, y en sentir un placer casi erótico al encontrar la palabra precisa, el sonido justo. Pocas sensaciones se emparentan tanto con el orgasmo como el poder escribir un poema que se parezca, aunque sea lejanamente, a lo que uno quiso decir, a lo que uno aspiro a transmitir al borronearlo"


(Horacio Salas, revista El Perseguidor, nro. 6, invierno 1998)

Tuesday, November 01, 2005

Muchos músicos diferentes

A mí, lo que diga Moby, me chupa un huevo.
Attaque 77, la verdad, me da lo mismo.
Pity intoxicado me puede un poco más.
Pero el que sí me mata es Snoop Dogg, véase si no:

"Snoop Dogg y un par de amigos se pierden de vista tras una nube de humo de marihuana. No hay nada demasiado inusual en esto, por supuesto, ya que es bien sabido que Snoop Dogg es un dedicado fumador de marihuana. Y aún así, no hace mucho tiempo, él dijo que iba a dejarla. Dijo: 'Ahora, voy a volar con la vida'. Dijo: 'Tenía que hacerlo... me estaba volviendo imprudente y descuidado'. Dijo un montón de cosas sobre su nuevo estilo de vida. Pero lo cierto es que adora la marihuana, la necesita, la codicia, y su vida sin ella duró, como mucho, unos cuatro meses. 'Me sentía bárbaro, pero por momentos mi mente necesita relajarse un poco', dice ahora, un poco tímido. 'De todos modos, antes solía fumar casi un cuarto de libra por día. Ahora fumo un puñado de gramos por día. Bajé drásticamente. Está más controlado. Es más... normal'..."
"...'No saben qué esperar', dice, 'hasta que ven que soy un tipo normal como ellos. Quiero decir, no ando como gansta todo el día, golpeando a la gente ni soy un criminal. No. Eso es sólo cuando hace falta. Lo mismo con la imagen de chulo. Es un sueño que tenía de chico: ser un fiolo, vivir como un cafisho. Hice mi sueño realidad y me divertí mucho. Pero no creo que siga haciéndolo'..."

(Entrevistado por Erik Hedegaard para la revista Rolling Stone, abril de 2005)

Bemvindo

Los mensajes se pelean en el contestador y no estoy
para hablar con nadie.
Mi viejo dice que el que llega tiene que avisar que llegó.
Mamá me cuenta que está loca pero ya no tanto.
La petisa no dice
nada dice.

En el campo, mis hermanos, en el
suelo, restos de alguien que vino después
que la mucama.
Volver siempre es una gran cagada.
Volar también.

Me camino todo solo, un libro
en la mano que se siente
sola y no. Qué frío.
Casi que me emborracho pero me mira
la chica de enfrente y me pide un
cigarrillo y después se sienta y
de nuevo me mira.

No sé si volver o salir o leer un poco
más, lo que pasa es que algo en mi
cabeza me dice: 'no armes quilombo' y entonces
me encuentro dormido con el libro
encima y escuchando un timbre por
tercera vez.

Ahí me acerco y creo saber quién es pero
voy a preguntar y al final abro directamente
porque no tiene sentido, ya sé quién es
y es nomás y me abraza.

Voy a prender la luz aunque al final prefiero
no verla y no hablar tampoco y tirarnos
en la cama. Acurrucados me animo y le digo
qué floja estuvo pero entonces dice que
en realidad no se dio cuenta y que perdón,
me da un beso ahí y a mí se me pasa
y ya no me siento desamparado.

Pettinato, el sabio

"Las mujeres están convencidas de que lo único que compite con ellas es otra con un culo perfecto. Error. Lo único que compite con ellas, desde nuestro punto de vista, es aquella que menos nos rompa las pelotas y más sexo oral practique sin culpa. Punto final."


(Roberto Pettinato, en su columna de la revista SAL! 28/10/05)