Monday, July 28, 2008

Friday, July 25, 2008

El Diario de Anna Frank

La versión teatral del Diario de Anna Frank que se da por estos días en el Regina resulta realmente muy agradable de ver. Son para destacar los aciertos en la adaptación del texto y la mano firme de Helena Tritek en la dirección. Todo ello, sumado a la excelente interpretación de la protagonista Vanesa González y a la calidad general del resto del elenco, convierten a la obra en una experiencia para disfrutar.
La historia de la niña judía que cuenta en su diario íntimo (el más leído del mundo) la invasión de los nazis a Holanda, desde la buhardilla que ofició de escondite para su familia entre los años 1942 y 1944, sigue resultando dramática y conmovedora. La pieza alterna pequeños monólogos de la pequeña Anna dirigidos al público, con la representación de la difícil convivencia entre los Frank y los Van Daan en tan pequeño espacio, y en ese sentido resulta clave la certera iluminación de Omar Possemato. La escenografía de Carlos Di Pasquo es estática mas bien distribuida en el espacio y, el vestuario, a cargo de Seedy González Paz, sin duda resulta otro aspecto para resaltar por su buen tino.
Los picos emotivos, los miedos y las riñas internas de la convivencia aparecen logrados, principalmente porque la impecable Anna construida por González se halla muy bien acompañada por sus padres: Otto, perfectamente retratado por Norberto Díaz, y Edith, encarnada por la sólida y convincente Emilia Mazer. La familia Van Daan resulta también fielmente interpretada, aunque con algunos altibajos. Un tanto rígido en el comienzo el joven y ágil Estanislao Silveyra (Peter), que luego va afianzándose con el correr de la obra; al contrario que Susana Pampín (Sra. Van Daan), que arranca muy avasallante y se desdibuja un poco al extenderse demasiado el momento en que le toca, entre sollozos, desprenderse de su abrigo de piel. Gustavo Rey (Sr. Van Daan) y Marcos Woinski (Sr. Kraler) están correctos, aunque no logren dotar a sus personajes de toda la emotividad que éstos les requieren, y conforman en su papel las sutiles Corina Fonrouge (Margot Frank) y Dalia Elnecavé (Sra. Miep). Completando el elenco, encontramos a un José María López muy inspirado, que da vida al Sr. Dussel, otro de los puntos altos de la pieza.
Pero volvamos a Vanesa González, porque su actuación es descollante. Esta joven actriz de 21 años, que aparenta bastante menos y logra hacer creer que es una niña de 13 o 14, se brinda entera y con excelentes resultados, ya que consigue dotar a su personaje no sólo de credibilidad, sino también de una mezcla de emociones encontradas (esperanza, temor, ingreso a la pubertad, amor, culpa, alegría) que transmite al público con absoluta naturalidad. Un gran acierto su elección, que dio lugar a un papel brillante.

(publicado en http://www.ocioenbsas.com.ar/)

Cuarteto Alban Berg

En su gira despedida, pasó por Buenos Aires el prestigioso Cuarteto Alban Berg. Presentado por el Mozarteum (al igual que en todas sus visitas anteriores) e integrado actualmente por Günter Pichler (violín), Gerhard Schulz (violín), Isabel Charisius (viola) y Valentin Erben (violoncelo), la genial agrupación de cuerdas interpretó un programa que incluyó obras de Haydn, del propio Alban Berg y de Beethoven, en un concierto maravilloso que tuvo lugar en el Teatro Coliseo.
El comienzo, con el Op. 77 N° 1 en Sol mayor de Haydn, fue muy auspicioso. Los cambios de ritmo, los diálogos con el violoncelo, la pacífica intervención del primer violín, la repentina aceleración con predominio de los violines y el gran puente que condujo a un perfecto cierre del violoncelo, todo resultó ejecutado en forma impecable.
El Cuarteto Op. 3 de Alban Berg resulta más contemporáneo y atonal y, con ello, menos melódico. Su primer movimiento, que comienza con el violoncelo tocado a mano y despunta con un primer violín que prácticamente levantaba al pequeño Pichler de la silla, está plagado de momentos casi silenciosos, con instrumentos tocados de uno en uno, y deriva en un punto crítico estruendoso. El segundo recrea una suerte de parafernalia hecha orden, y fue presentado con gran lucimiento de Erben y un buen desempeño de la violista Charisius, última en incorporarse al Cuarteto en reemplazo del fallecido Thomas Kakuska, en el 2005.
El cierre, con el Op. 132 en La menor de Beethoven, fue conmovedor. Con los instrumentos sucediéndose uno a otro en una ejecución perfecta, aunándose posteriormente en precisa sincronización, el Cuarteto destiló dulzura y preciosismo, con gran protagonismo de un violoncelo muy inspirado que logró despedir sonidos impensados. Ovacionados largamente, los virtuosos músicos retribuyeron con un bis dedicado a la presidenta del ciclo en el día de su cumpleaños: la pieza elegida fue el bellísimo Adagio del Cuarteto op. 76 nº 4 de Haydn. Una gran despedida del Alban Berg, que brindó un concierto que resultó una verdadera celebración de la paz y la armonía.

(publicado en www.ocioenbsas.com.ar)

Thursday, July 24, 2008

Llena tu cabeza de MUSE

El primer show de MUSE en Buenos Aires fue sencillamente impresionante. No por nada estos muchachos británicos, promocionados a su llegada a nuestra ciudad como “el secreto mejor guardado de Europa”, se han alzado los últimos años con los premios más prestigiosos de la crítica especializada, que los considera “la mejor banda en vivo”.
Un Teatro Gran Rex colmado, con Andrés Calamaro entre el público, los recibió de pie poco después de la hora señalada y así permaneció a lo largo de los 16 temas que conformaron el impecable concierto montado con una espectacularidad escénica sorprendente.
Es que estos chicos no dejaron nada librado al azar. Los juegos de luces, las imágenes transmitidas a través de una pantalla gigante y hasta algunos efectos especiales, conjugados con un sonido casi perfecto, hicieron de su presentación en suelo porteño una experiencia para guardar en la memoria como uno de los shows más rutilantes de este año 2008.
Con la excusa de presentar H.A.A.R.P., una celebrada actuación en vivo en el Estadio de Wembley en junio de 2007, registrada en CD y DVD, el power rock trío (que cuenta además con cuatro discos en estudio y otros dos trabajos en vivo) formado por Matthew Bellamy en voz, guitarras y piano, Chris Wolstenholme en bajo y Dominic Howard en batería y percusión (la banda contó también, en algunos temas, con otro músico en teclados y sintetizadores), se paseó por distintos géneros musicales, rociando a la audiencia con acoples precisamente digitados, cambios de ritmo, puentes, solos, enganches y finales inesperados e interminables para cada canción.
Map of the Problematique fue el poderosísimo tema de inicio, muy rock de garage, con reminiscencias de Primal Scream. Le siguieron Supermassive Blackhole, con un componente más brit pop y Dead Star, una canción muy power aunque más psicodélica, que permitió la primera exhibición de virtuosismo del líder con su guitarra y su enorme registro vocal (aquí en agudo). Y el versátil Bellamy se sentó al piano para el inicio de New Born (luego se pasó a la guitarra) y el final de Butterflies & Hurricanes, uno de los puntos altos de la noche, que comienza muy Pink Floyd y luego llega tan alto que fue acompañada por una explosión de humo preparada al pie del escenario.
Fue el turno de dos canciones más lentas, las bellísimas Feeling good y Sunburn, tocadas completamente al piano por Bellamy, que utilizó una especie de megáfono para cantar la primera, a lo Chris Martin. El Bass Jam que siguió logró confirmar (algo que a esa altura ya no era necesario) las enormes dotes del bajista Wolstenholme y el poderío escénico de Howard en la batería.
La seguidilla de hits que continuó fue, sin duda, la parte más lograda de un concierto sin fisuras. Invincible, un tema plagado de sintetizadores, con impactantes imágenes de movilizaciones sociales (represión incluida) en pantalla y la gente coreando “together we are invincible”, Hysteria, con gran lucimiento de la guitarra y un juego de luces enceguecedor y Starlight, con más sintetizador y Bellamy arengando a la gente para que aplauda más fuerte, llevaron al ambiente in crescendo hasta su punto de ebullición con Time Is Running Out, de un poderío inusitado. En el final, Stockholm Syndrome encontró al power trío en su mejor forma, acabando el tema en el momento menos pensado, con un cierre de batería realmente descomunal.
Por supuesto hubo un bis, que empezó con Soldiers Poem, un lento con influencias de Radiohead, tocado con guitarra acústica, y terminó de nuevo muy alto, con dos poderosas canciones: Plug In Baby, acompañada por la caída sobre el público de seis inmensos globos que fueron rebotando de aquí para allá, y Knights of Cydonia, cantada con voz distorsionada sobre una muy sólida guitarra, mientras la comprometida letra del tema era pasada en la pantalla. La despedida fue con otra explosión de humo y con el público rompiéndose las manos de tanto aplaudir: es que había sido testigo de un show magnífico.

(publicado en http://www.ocioenbsas.com.ar/)

Broadway Argento

La Ciudad Cultural Konex ha tenido una gran idea que fue la de presentar este año, en forma paralela, como homenaje por los 150 años del nacimiento de Giacomo Puccini, una versión de La Bohème con enfoque atemporal y en un espacio no convencional (que tuvo gran éxito y fue comentada en este espacio) y el musical Rent, basado en ésta y de gran suceso en Broadway, con 12 años ininterrumpidos en cartel.
La obra creada por el dramaturgo Jonathan Larson (que murió un día antes de su estreno), adaptó la historia de los bohemios a la llamada generación X de fines del siglo pasado, abordando temas de alto contenido social como la homosexualidad, el sida, los sin techo, la drogadicción y el capitalismo salvaje. Y la versión argentina, aunque con algunos altibajos en lo actoral, en lo musical es realmente muy lograda.
Acompañados de una precisa banda que toca en vivo a lo largo de toda la obra, los actores lucen muy solventes en general a la hora de interpretar las bellas canciones traducidas al castellano y aggiornadas con muy buen tino a nuestra ciudad. Es correcto mas no descollante el desempeño de Germán Tripel, que encarna a Roger, al igual que el de Andrés Bagg en el rol de Mark, el cineasta encargado de introducir cada una de las escenas. No tuvimos oportunidad de ver en escena a Florencia Otero, habitualmente en el papel de Mimí, pero el reemplazo efectuado por la sexy María Eugenia Fernández no pudo resultar más acertado: su gracia, sus movimientos y, sobre todo, su preciosa voz, la convirtieron en el punto más alto de la noche, junto a la histriónica Laura Conforte, que interpretó a una Maureen muy bien cantada y mejor actuada. Destacan también el agilísimo Ángel Hernández, que dota a su drag queen de un glamour y una expresividad notables, y Pablo Sultani en la piel del activista Tom Collins, otro gran trabajo en lo actoral. Acompaña correctamente Martín Repetto (Benny) y muy bien Déborah Turza (Joanne), al igual que el resto del coro.
Una dinámica puesta en escena y una coreografía muy agradable proveen el marco ideal para esta placentera versión del galardonado musical Rent (imperdible para los amantes del género), en un acierto más de la gente de Ciudad Cultural Konex.

(publicado en http://www.ocioenbsas.com.ar/)

Wednesday, July 23, 2008

Babasónicos en la Luna

Con Carlos Hernán “Carca” Carcacha en el bajo (ex integrante del grupo y actualmente solista), luego de la lamentable desaparición de Gabriel Manelli, Babasónicos presentó su último trabajo, Mucho, los días 10 y 11 de julio, ante un Luna Park repleto.
El nuevo disco, que contiene temas potentes como Cuello rojo, unas cuantas baladas (como la hermosa Como eran las cosas) y hasta música disco (Microdancing), fue alternado prolijamente con los numerosos clásicos de la banda, en un escenario futurista montado en forma piramidal, con dos largas escaleras en cuya cima se ubicaron el tecladista Diego “Uma-T” Muñón y el baterista Diego Castellano, con Carca a su lado. En la parte de abajo, flanqueado por las guitarras de Mariano Domínguez y de su hermano Diego Rodríguez, Dárgelos copó la parada con su habitual carisma.
Iluminados por un impactante juego de luces y con una voz que sonó casi perfecta (tal vez a la banda en conjunto le hizo falta un poco más de volumen), convirtieron al campo del Luna Park en una fiesta bailable sin intervalos. Porque lo que ofreció Babasónicos fueron versiones compactas de cada tema, sin solos, sin comentarios, sin solución de continuidad, todo a pura música.
Dárgelos volvió a hacer de las suyas, bailando como una especie de bufón, parodiándose a sí mismo mientras cantaba “a la mierda lo que piensen de nosotros” o “miren lo que han hecho con el duende del rock”, arrodillándose en el escenario, susurrando seductor como si lo hiciera al oído de alguien, jugando con el pie del micrófono (a la Steven Tyler) y creando (desde su voz nasal hasta su glamoroso vestuario) esa magia necesaria como sólo él sabe hacerlo. Acompañó bien su hermano en el canto y la guitarra (y notablemente en el baile), aunque en general la formación lució muy compacta pero sin espacio para lucimientos personales más allá del líder.
Un concierto con muchos puntos altos, plagado de clásicos cantados con fervor por un público muy animado y alternados con las canciones del último álbum. No faltaron entonces Sin mi diablo, la muy celebrada Pendejo, Puesto (con algún acople), la bellísima El colmo, Suturno, Y qué?, Putita (gran teclado), la sexy Soy Rock, Irresponsables y una preciosa versión a dos voces de Camarín, que se sucedieron una tras otra sobre el escenario para deleite de la audiencia, a la que sólo se dirigió el cantante para anunciarle el final de la velada y luego despedirse al concluir el bis. Pero lo importante era la música y de eso, en el Luna Park, hubo de sobra.

(publicado en http://www.ocioenbsas.com.ar/)

Winners

Dos grandes totales mis pollos. Encima uno con la remera de Superloyds, jaja, dejate de joder.
De nada muchachos, ustedes lo merecen.

Tuesday, July 22, 2008

En potencia las pelotas

Lo mío es tangible.
Lo tuyo, tangente.
Tan Gente.
Dale que va...

Sí que existe pero se
necesita un poco más
de fe (y de lluvia).

Creer es mi felicidad.

Saturday, July 19, 2008

Felicitaciones amigos: por algo eran mis pollos

LEO OYOLA
Premio Hammett (a la mejor novela policiaca de 2007 escrita en español)






CARLOS SALEM
Premio Memorial Silverio Cañada (a la mejor primera novela policiaca de 2007 escrita en español)




Friday, July 18, 2008

Monday, July 14, 2008

Seguimos en pie



Feliz aniversario

Saturday, July 12, 2008

La uña de Otto

El niño sexto sentido tiene una mochila 4x4. Negra, enorme, llena de cuadernos sexto sentido, con una manija - volante y ruedas todo terreno. Y la hace colear como si fuera un cuatriciclo en la arena de Pinamar. Tanto joder con la bendita mochila, un día las ruedas fueron a dar contra el dedo gordo del pie derecho de Otto. La uña se puso negra y después adquirió un tono violáceo un tanto psicodélico. En años de fútbol Otto nunca había tenido el dedo así. Ahora, gracias a sexto sentido, requiere de atención diaria y duele. ¡Uy chabón, como tenés esa uña! Es obvio que se te va a caer y ¿Te pintaste la uña tío Otto? son algunos de los comentarios que inspiró la visión de la morada pezuña.
El niño no acusó recibo, siguió dale que te dale con las coleaditas, hasta que un día, justicia divina que le dicen, la sobrecargada mochila hizo estallar el cierre y cuadernos, hojas, cartuchera y otros in-útiles formaron un espectacular collage en el medio de la calle, justo en la puerta del colegio. Mientras sexto sentido recogía desesperado, a cuatro manos, todas sus porquerías, Otto disfrutaba en silencio, con una media sonrisa en el rostro, esa escena que era como un regalo del cielo. Algunos samaritanos se acercaron a ayudar y una mamita comentó solidaria: pobre nene, lo que le pasó. Otto pensó que se lo merecía, pero igual terminó apiadándose y colaboró juntando un par de hojas sueltas. El niño, haciendo equilibrio con su mochila en brazos, logró llegar al Ottomóvil. La puso en el asiento de atrás y pasó el viaje entero ordenando todo. Ya en la puerta de su casa, haciendo malabares con el contenido de la 4x4, que se le caía por todas partes, se despidió más sumiso que nunca, mientras subía trastabillando la escalera de entrada al edificio. A Otto le dio un poco de pena, aunque a decir verdad, cuando se iba, al apretar el acelerador con la uña morada del pie derecho y dolerle un poco, no pudo evitar volver a sonreír satisfecho.

Tuesday, July 08, 2008

MIDACHI DE PELÍCULA

El nuevo show del trío cómico santafesino, que se presenta actualmente en el Teatro Ópera, es un repaso de 25 años de personajes de lo más desopilantes, con una ambiciosa producción rebosante de música y color. Es que el regreso de Miguel, Dady y el Chino, muy celebrado por un público que abarrota la sala, alcanza un despliegue que no es habitual en este tipo de espectáculos. La introducción, a lo Rolling Stones (con trailer de imágenes en una gran pantalla y una explosión que precede a la aparición del trío), es imponente: el poderoso juego de luces, sus trajes plateados, la contagiosa coreografía de baile y un jingle muy pegadizo arengan a una audiencia que es integrada desde el primer momento. Le sigue un monólogo de Dady que no tiene desperdicio, una especie de reflexión sobre la modernidad plagada de humor ácido, a la mandíbula, acompañada de la apelación sincera a volver a las fuentes, a sentir.
A poco de comenzar ya se deja planteada la propuesta del formato general: el Chino ha decidido filmar una película sobre la trayectoria de los Midachi y, a modo de director de cine (un tanto rígido en su papel), comienza a dirigir a los distintos personajes que irán saludando desde una grabación que los emite a todos juntos en un cónclave imposible (por la coexistencia de varias caracterizaciones distintas de cada uno de los actores), en una especie de almuerzo con Mirtha Legrand. Y allí vemos las geniales imitaciones de Piero, Drácula, La Mona Jiménez, Mercedes Sosa, Chiribín el cocinero, Diego Torres, el Puma Rodríguez, el bailantero, Ricardo Montaner, Jorge Rojas, la Tota y el Chaqueño Palavecino.
Los tres cómicos entran y salen de una pantalla desflecada, en la cual es proyectada la reunión, mutando entre un personaje y otro, fundiéndose (y des-fundiéndose) con las imágenes. Entre tanto, aparece también en pantalla el conductor Bebe Contempomi, parodiándose a sí mismo al presentar un supuesto Midachi Fest, que será la excusa para la sucesión de los distintos números musicales: desfilan por el escenario Patito Feo, Pity Alvarez, Ricky Martin, la Mari de Chambao, Vicentico, Marco Antonio Solís, Nino Bravo, Babasónicos, Cacho Castaña, Valeria Lynch, Soda Stéreo y (en este caso, el verdadero) Leo Mattioli.
Quizá resulte algo excesiva la interpretación vocal de Miguel Del Sel, aunque de todas formas no cante para nada mal. Pero lo que sin duda es el fuerte de estos grandes cómicos, más allá de la soltura con que manejan sus imitaciones de ya larga data, es el arte de la improvisación: a lo largo de toda la noche no pierden oportunidad para reírse de sí mismos (y de algunos problemas de imagen y sonido), cuando lucen descoordinados con la exuberante producción, ni para ridiculizarse unos a otros por algún yerro o desajuste (y tentarse de la risa), o burlarse de algún espectador de las primeras filas.
Una perla: la escena en que Mónica (Miguel) y Rubén (Dady) se encuentran en un boliche y, alternando ficción y realidad, terminan echándose en cara los supuestos fracasos que tuvieron en estos años de carrera solista, incluidas las incursiones televisivas de uno y el programa Agrandadytos del otro.
El final, muy emotivo, con un video clip que evoca los 25 años de sociedad humorística, resulta el corolario perfecto para este Midachi 2008, que goza de muy buena salud y sigue haciendo reír a carcajada limpia.

(publicado en http://www.ocioenbsas.com.ar/)

Monday, July 07, 2008

Desvelado

Gracias flaca, por rascarme la espalda hasta quedarme dormido...

Friday, July 04, 2008

Dos grandes en Buenos Aires

Asistir a una obra protagonizada por dos monstruos del teatro como son Héctor Alterio y José Sacristán constituye un privilegio en sí mismo, más allá de que tal vez pueda objetarse que el texto del francés Samuel Benchetrit no se encuentre del todo a la altura de las circunstancias. Porque son ellos, los Actores (en mayúscula) quienes convierten a sus personajes, que lucirían un tanto apagados si nos limitásemos al enfoque del director Oscar Martínez (mucho más convincente en la recordada Ella en mi cabeza, de su autoría), en dos tipos emotivos, cómicos, entrañables.
La historia comienza en un cuarto de hospital compartido por dos ancianos terminales que reciben una terrible noticia: les quedan unas pocas semanas de vida. Es entonces que deciden escapar para cumplir con algunos de sus últimos sueños pendientes, pero en el camino se cruzarán con distintos personajes que los irán haciendo reflexionar. Es interesante la observación de que, pese a que los personajes intentan lucir despreocupados debido a su peculiar situación (aquello de, si me voy a morir, qué me importa), sin embargo no logran desprenderse de sus valores y acaban siendo víctimas de su propia bondad. Mientras se debaten entre priorizarse o seguir ayudando a los demás, los viejitos van impartiendo lecciones de vida e incluso logran ironizar sobre sí mismos y sus trágicos destinos: para evitar pensar en mi muerte pienso en la tuya, le dice uno al otro.
La obra está empapada de un humor negro muy logrado (aquí hay que darle la derecha al autor) que es realzado con maestría por ambos actores, que –se nota- se divierten, disfrutan estando juntos sobre el escenario: Sacristán destila gracia y carisma en cada intervención, Alterio aparece punzante y efectista en lo cómico e impecable (como siempre) en la parte dramática. Y ambos paladean cada palabra e intensifican cada silencio con destreza absoluta, estimulando la sensibilidad del espectador.
Es muy lograda la intervención de Claudio Da Passano en sus distintos personajes (sobre todo en el suicida) y correctas, aunque con algún altibajo, las interpretaciones de Diana Lamas. La escenografía móvil y minimalista de Alberto Negrín resulta funcional, agradable, y junto a la precisa iluminación de Jorge Pastorino, le otorgan a la puesta un marco muy apacible.
Y el final es una joyita: un teatro dentro del teatro (aquí sí sobresale el ojo del director), una música exquisita, un cierre simple y conmovedor, la inevitable e interminable ovación del público para dos grandes.

(publicado en http://www.ocioenbsas.com.ar/)

Es lo único que tenemos

Con el mundo como va se nos acaba todo
la tempestad y la calma casi son la misma cosa.
Quién nos dice que la vida
nos dará el tiempo necesario
toma de mí
lo que deseas
como si sólo quedara
el presente es lo único que tengo
el presente es lo único que hay...

Thursday, July 03, 2008

Cronología de un desborde

A partir del concepto de panóptico, esa cárcel de máxima seguridad ideada por el filósofo inglés Jeremy Bentham y popularizada luego por Michel Foucault, consistente en una torre central de vigilancia rodeada de una circunferencia de celdas cuyos prisioneros tienen la impresión de ser observados constantemente, Ciudad Cultural Konex presenta esta cronología que plantea la anulación del sujeto en un marco social controlado compulsivamente hasta la alienación.
Abordada conceptualmente desde lo audiovisual, en su inicio ya la obra interpela a un espectador que difícilmente salga indiferente de esta original experiencia. La interminable sucesión de imágenes, acompañada constantemente por música de los estilos más diversos, transmite una sensación de velocidad abrumadora característica del mundo posmoderno, mientras seis actores semidesnudos se limitan a expresar la desesperación de los personajes únicamente con sonidos guturales.
La pantalla va entregando íconos que conducen a la idea de una sobresaturación en la información y de lo efímero de las cosas, a la vez que aparece y desaparece ese enorme ojo opresor que todo lo ve y, por su parte, el hombre nunca logra verse a sí mismo.
Miedo, culpa y dolor son los tres títulos escogidos para dar paso a la representación de esta búsqueda sin fin hacia la esencia interna de un sujeto teledirigido, que ni siquiera es capaz de percibir que, entre tanto, una gruesa gota cae ininterrumpidamente sobre su cabeza, a modo de tortura, de muerte lenta. Del ácido enfoque de la obra no saldrán indemnes ni la familia, ni la religión (el video que presenta a los distintos símbolos religiosos como siniestros engranajes maquínicos no tiene desperdicio).
Es entonces la propuesta dinámica y profunda, además de original, y da paso a la inevitable reflexión acerca de la incomunicación en las relaciones humanas: el hombre ciego, culposo y acomplejado se deja llevar de las narices por un enorme e invisible aparato de dominación. Y después está el vacío.

(publicado en http://www.ocioenbsas.com.ar/)

Wednesday, July 02, 2008

Pirómano mental

En una redacción, en pleno barrio de Once:

01/07/08. 17.00 hs.
Ulular de sirenas: el ruido que se cuela por las ventanas del 3° piso va in crescendo hasta tornarse ensordecedor.
Nati: qué horror, nos vamos a quedar sordos.
Romi: mientras pasen de largo...
Superloyds: ¿saben que yo siempre pienso en eso? Resulta que vivo cerca de una estación de bomberos y escucho las sirenas constantemente. Y uno siempre espera a que suba y baje el volumen, a que pasen para no escucharlas más, pero yo no sé por qué muchas veces me imagino que va a llegar un día que las voy a escuchar cada vez más fuerte y se van a quedar ahí, sostenidas. Y entonces me voy a asomar y el incendio va a ser donde estoy yo.
R: ay, no, por favor, callate.
N: medio pesimista lo tuyo che, yo tengo una amiga que piensa todo lo contrario, cuando se muere alguien de guita, por ejemplo, piensa que le van a avisar que le encontraron un parentesco con ella y que es la única heredera.
S: ja, que espere sentada... igual lo mío no es pesimismo, es como una premonición, como que algún día le tiene que tocar a uno, lo bueno y lo malo. Bueno, hasta mañana.
N: chau, si se llega a incendiar el edificio ya sabemos de quién es la culpa.
R: de una, cualquier cosa te llamamos, ta mañana.
SL: más bien corran, les diría, jaja, chau.

02/07/08. 10.30 hs.
Ulular de sirenas. Puerta de entrada del edificio. Camión de bomberos. Bomberos. Mucho humo. Superloyds llega y se encuentra con esta escena a lo Club de la pelea, cuando Edward Norton llega a su departamento y se da cuenta que voló por el aire.
SL: ¿qué pasó?
Conserje: ah, ¿no sabés nada pibe? Se incendió el depósito que está en el subsuelo, parece que por un cortocircuito o algo así.
SL: Dios mío, ¿y ya está controlado? ¿puedo subir?
C: Creo que sí, cualquier cosa si ves que vuelve a subir mucho humo bajá rápido por las escaleras...

O soy un lechuza o tengo súper poderes y hasta ahora no lo sabía. Por las dudas mis enemigos, cuidadito, porque me concentro y los hago cagar, los prendo fuego, literalmente. Una pena no tener ninguno porque, qué le voy a hacer, soy un súper héroe peace & love.

Yo también fui inmigrante

Todo el tiempo que perdí
no lo voy a repetir
no quiero ser igual a lo que fui

Da da da da da
da da da da da
me siento mucho mejor
sabiendo que mañana es hoy
otra vez...

Tuesday, July 01, 2008

¿Me firmás la libreta Diego?


4 Jinetes Apocalípticos

El Chacarerean Teatre fue abierto en el año 2003 sobre lo que era antiguamente una carpintería, en pleno barrio de Palermo Hollywood, por los actores Mauricio Dayub y Gabriel Goity, que junto a otros dos socios conforman la productora Sin contactos. Manteniendo la estructura original, de líneas simples, con una pared entera con ladrillo a la vista, el sitio, dispuesto en distintas mesas orientadas hacia el escenario, ofrece picadas acompañadas de pan de campo, empanadas caseras y choripanes (una pena que ya no tengan el delicioso locro que servían antaño) y bebidas, todo a precio muy accesible. Sumado ello a la calidad de la obra interpretada por Mauricio Dayub con dirección de Luis Romero, tornan en una opción muy válida la de acercarse un sábado a la noche a ver 4 Jinetes Apocalípticos, autoría de José Pablo Feinmann.
La puesta, monologada con maestría por Dayub, se divide, como su título lo sugiere, en cuatro partes, apocalípticas todas ellas.
Al inicio, un hombre llega a su casa y se encuentra con que su hijo de 19 años se ha amasijado con su propio revólver, justo en momentos en que lo han despedido de su trabajo y su mujer lo ha abandonado para irse a Miami con su mejor amigo. Sobre este escenario tragicómico, el actor navega histriónicamente sobre el exquisito texto de Feinmann y logra momentos patéticos, desopilantes, que hacen que su audiencia se destornille de la risa. Dayub interpreta, además y sin solución de continuidad (un asistente lo ayuda a cambiarse rápidamente en escena), a la mujer y hasta hace las voces de un discurso político y de un genial zapping televisivo, en esta suerte de apocalipsis de la familia.
El segundo cuadro, posiblemente el más destacado, tiene como protagonista a un abogado acomodado cuya representación es sencillamente perfecta. El lego va contando al público una reunión de ex alumnos del colegio, haciendo las voces de cada uno, consiguiendo por momentos dar la sensación de que hubiera varios actores en escena. El texto, en esta parte, parodia hasta el límite de lo posible las distintas vertientes filosóficas y creencias religiosas, y lo hace en forma muy lograda: se mueve Feinmann en un terreno peligroso y lo hace con soltura y sin medias tintas, con agudeza de filósofo y con la capacidad que sólo él posee de adaptar las teorías de los grandes pensadores al aquí y el ahora. Es el apocalipsis de los sueños.
Quizá la tercera parte no resulte tan sólida. Allí encontramos a un maestro de actuación asexuado que contesta el interrogatorio de un oficial de policía a través de su portero eléctrico. También vemos al dúctil Dayub encarnando muy cómicamente a una especie de capo mafia y a su mayordomo. Se burla aquí, el autor, de la formación de estereotipos tales como la lucha de clases, la violencia y la opresión, en el marco de un banquete macabro que oficia como una especie de apocalipsis del amo y del amor.
Cierra la velada un hombre de negocios situado en una de las torres gemelas, precisamente el 11 de septiembre de 2001. Aquí se retrata el apocalipsis del imperio. El texto, manejado con presteza por Dayub, caricaturiza el liberalismo económico de Adam Smith, la política exterior estadounidense, la invasión a Irak y hasta echa un manto de duda sobre la versión oficial del propio atentado.
El apocalipsis de la obra, como es de imaginar, es estruendoso y acompañado de una cerrada ovación que un público muy satisfecho le brinda al multifacético actor, muy bien dirigido por Romero: es que ambos, apoyados en un texto punzante y repleto de humor inteligente, logran que Dayub, en solitario, parezca muchos intérpretes distintos, y todos de calidad.

(publicado en http://www.ocioenbsas.com.ar/)

El lado oscuro del arte mexicano

Malba – Fundación Constantini expone, hasta el próximo 11 de agosto, La era de la discrepancia. Arte y cultura visual en México 1968 – 1997, una revisión histórica, académica y crítica de las búsquedas artísticas que se produjeron en los márgenes de la cultura oficial y dominante, desde el movimiento estudiantil del 68, brutalmente sofocado por el régimen del Partido Revolucionario Institucional (PRI) días antes de la inauguración de los primeros juegos olímpicos celebrados en un país “subdesarrollado” hasta la crisis política y social del efecto Tequila de los años 90, que culminara con el levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (ELZN) en el estado de Chiapas.
La muestra, consistente en aproximadamente 170 obras entre afiches, documentos, fotografías, videos, films, pinturas, objetos y esculturas, creados por más de 100 artistas de distintas generaciones y provenientes de horizontes culturales diversos, que se plantearon transformar formal o políticamente el sentido de producir arte, fue exhibida anteriormente en el Museo Universitario de Ciencias y Artes (MUCA Campus) de la UNAM, entre febrero y noviembre de 2007.
En palabras de uno de sus curadores, Cuauhtémoc Medina, que ofició de guía en la inauguración, “se produce un divorcio entre la sociedad y el arte y las instituciones culturales: aparecen entonces versiones de cómo debía ser el arte opuestas al sentido políticamente correcto, que había entrado en crisis”.
La muestra se divide en nueve secciones ordenadas en forma cronológica. El punto de partida, al ingreso mismo a la exposición, titulado Salón Independiente, en alusión a la asociación de artistas libres de ataduras oficiales que se erigió luego del movimiento estudiantil, presenta una selección gráfica efímera y contestataria, cuyo objeto era revelar paródicamente en las escuelas y universidades los íconos olímpicos, en asociación directa con la denuncia de la represión sufrida. Le sigue Mundo Pánico, dedicada a formas de contracultura como respuesta a la crisis de la racionalidad occidental (crisis religiosa, social, cultural) con eje en el Movimiento Pánico, cuyo exponente principal fuera el artista chileno Alejandro Jodorowsky, residente en México en los años 60 y 70 e introductor de la literatura de ciencia ficción, los cómics y el pensamiento zen como formas de rebeldía juvenil (junto con el rock) de la época: sus fábulas pánicas, con una especie de Zaratustra – padre – maestro zen impartiendo valores a los jóvenes, resulta imperdible.
La sección tercera, intitulada Sistemas, plantea desde el arte estructuralista reformular el concepto de “geometrismo mexicano” y, con ello, la noción de autor (en crisis): el sujeto lírico sustituido por una suerte de máquina de creación. Destacan aquí la serie negación, de Vicente Rojo, el alfabeto visual de Manuel Felguérez y, sobre todo, la serie homenaje a John Cage, de Kasuya Sakai (ver foto), rebosante de fuerza y color. Márgenes conceptuales es el nombre de la siguiente sección, dedicada al arte conceptual, con especial hincapié en la aparición del libro artesanal como soporte y como generación por parte del artista de un circuito de distribución independiente de su producción.
La sección Estrategias urbanas refleja el fenómeno de los grupos activistas organizados para actuar desde el arte sobre lo social. El Grupo Suma, con sus murales y gráficos representando la crisis de la sociedad, Fotógrafos independientes con una exhibición impactante de imágenes pendiendo en la calle desde un tendedero de ropa, con la premisa de acercar la fotografía al pueblo, el Grupo Marzo con sus poemas urbanos (entregaban palabras a la gente de a pie para luego formar poemas con ellas), Germinal con sus diseños desplegados en pancartas, Proceso Pentágono con un pabellón de feria absolutamente genial confeccionado para la bienal de París (desaparecido misteriosamente y en dos oportunidades), el Grupo Mira retratando la violencia en la ciudad de México y el No Grupo, con su crítica institucional plagada de ironía, son algunos de los nuevos actores prolijamente expuestos en este corazón de la muestra.
En Insurgencias, tal el nombre de la sexta sección, se encuentra retratada documentalmente la guerrilla centroamericana en forma desgarradora y cruenta, a través de la fotografía como nueva e independiente forma artística (vale la pena detenerse en la serie de negativos proyectados que plantean la destrucción en todas sus formas: máquinas, edificios, cuerpos). La identidad como utopía, sección de fuerte carga erótica, aborda el arte mexicano de los 80, con eje en el tratamiento de la temática gay, de la mujer y su cuerpo, de la identidad sexual de toda una nación (el porno bordado de Carlos Arias Vicuña resulta revelador).
Cierran la interesante exposición La expulsión del paraíso, sección que alude al multiculturalismo como intento de desprenderse de la globalización, una forma de oposición a los estereotipos de los sujetos sociales impartidos por la cultura de masas estadounidense, y la sección Intemperies, ilustrativa de las prácticas del arte emergente de inicios de los años 90 y de su repolitización a partir del efecto Tequila.

(publicado en http://www.ocioenbsas.com.ar/)