Yo la leí y se la recomiendo, doña luisa. Mi amigo personal, el tigre harapiento, que además de melómano es cinéfilo, microrrelata al país entero sus iniciáticos metejones con el séptimo arte. Quién hubiera dicho que ya grandecito lo iba a conocer a Kar-El, en vivo y en directo. ¿Habrá aprendido a hacer que el tiempo vuelva atrás?