Probablemente nunca imaginaron que la vocación que desde niños manifestaron por ser Bomberos Voluntarios se pusiera en juego de esa manera. Ayer, cerca del mediodía, los ojos enrojecidos y húmedos por tanto humo pero también por el dolor de ver quemarse la casa de sus padres no impidieron que Cristian y Mario, dos bomberos voluntarios de Roca, trabajaran a la par de sus otros compañeros para tratar de extinguir el fuego.
Según relató la madre de los jóvenes, Sandra de Lezcano, ella se encontraba en la cocina junto a su hija menor y dos nietos de 6 y 2 años cuando vio el humo negro que corría por el techo de machimbre del pasillo que da a las habitaciones. La sorpresa y el desconcierto, de todos modos, provocaron una reacción inmediata: "Le dije a mi hija que saliera enseguida con los chicos", manifestó la mujer, angustiada mientras miraba cómo sus hijos entraban y salían de la casa haciendo su trabajo...
Una vez extinguido el fuego y luego de abrazos interminables y sentidos hacia los Lezcano, muchos compañeros de los jóvenes se quedaron para ayudar a retirar la gran cantidad de agua que fue arrojada para terminar con las llamas y limpiar la casa del tizne del humo en una muestra de compañerismo y solidaridad ya que no es un trabajo que les competa."
(noticia publicada en el diario río negro de general roca, el día domingo 31 de diciembre de 2006)