-¿Seguís escribiendo y haciendo tus collages?
-Espero no escribir más. Pero escribir es una fatalidad. La vida no ha tenido otro sentido que lograr una expresión poética y he dejado lo que para otros es la vida más normal, en busca de ese sueño, de esa locura que es la poesía cuando la querés vivir en su totalidad. Por supuesto, nunca se logra, nunca se alcanza lo que uno quiere, es una presa que siempre se escapa. De todos modos, ha sido mi única motivación, el único impulso, que me ha llevado. No concibo separar la vida de la poesía, ése es en realidad el sentido profundo del surrealismo: identificar en un solo término la poesía, el amor y la libertad.
(de la entrevista realizada por lía rosa gálvez al escritor enrique molina en noviembre de 1993, publicada en el suplemento de cultura de la nación, ayer domingo 29 de octubre de 2006)
-¿Qué necesita una buena historia para convertirse en una buena historia?
-Si supiera esa respuesta, no te la diría. Me dedicaría, eso sí, a volverme rico. Todo lo que uno puede hacer es tener la esperanza de que lo que escribe va a funcionar.
(de la entrevista realizada por juan terranova al novelista británico tibor fischer, publicada en el suplemento de cultura de Perfil, ayer domingo 29 de octubre de 2006)