Se supone que hoy es el día. Algo así como un apocalipsis. El día 06 del mes 06 del año 06. Todo encaja. La mayoría de las supersticiones me causan mucha gracia, pero las recuerdo a todas. Sería, como describirlo, el miedo con gusto, o el gusto al miedo, una especie de mixed emotion que, por ser un tanto masoquista, no me deja de resultar atractiva. En fin, un recurso autodefensivo que condensa mi visión más negativa de la vida con la inevitable necesidad de reírme siempre de todo.
Todos tenemos nuestros propios demonios, por ahí dando vueltas, o dentro mismo nuestro, ocultos, hasta que un día se activan todos juntos y a la mierda. Hace un rato me llegó un mail de un amigo, una cadena a toda la galera, que nos decía que hoy era un día muy heavy, único en mil años, que nos portemos bien, que tratemos de no hacer cagadas, especialmente hoy. Nunca se sabe. Yo no creo en las brujas, pero que las hay las hay.
Mi anticristo personal, mi heredada mala fortuna, se adelantó un día. Sí, me llegó ayer, el 05 del 06 del 06. Me agarró desprevenido. Ayer lo asaltaron a mi viejo, lo cagaron a palos pobre rubio. Podría haber terminado peor, es cierto. Para colmo, era el cumpleaños de la petisa y no pude dedicarle el día como se merecía. Ojalá pueda compensarla y devolverle un cumpleaños que debió haber sido feliz.
Hay momentos en que me gustaría apretar un botón, volar la ciudad de la furia por el aire y aparecer en una isla desierta, escribiendo en la arena con el dedo. Pero yo no soy ningún anticristo. Soy, sencillamente, superloyds, un superhéroe venido a menos.