Dividida en siete actos concatenados mediante la acertada escenografía rotatoria de Alberto Negrín, la historia transcurre a partir del encuentro casual entre Tommy y Helena: él caerá cautivado por la personalidad de esa chica distinta, en todo el sentido de la palabra, a lo que estaba acostumbrado.
A partir de allí deberá lidiar con los prejuicios propios y de su entorno laboral, que lo llevarán de aquí para allá en una oscilación emocional interminable. Y los rutilantes y crudos diálogos, si bien parten encarados desde el lado cómico del asunto, seguramente dejarán pensando a más de uno.
Es impecable el trabajo de Goity, sobre todo en lo humorístico. La Helena de la catalana Mireia Gubianas está llena de gracia y desparpajo y el oficio de Jorge Suárez le sobra para encarnar a su frívolo oficinista. Y María Socas, si bien con algún desajuste, logra completar un elenco casi sin fisuras en una puesta magnífica.
(publicado en www.ocioenbsas.com.ar)