I
Un mapa es como un viaje, como un sueño pintado.
Aquí los sueños hablan,
discurren desde el alba a la sombra, se duermen,
despiertan, nacen, mueren y son dos avenidas
-el recuerdo, el olvido-
sus enconados límites.
El barrio es como un mapa.
II
A la hora en que el grillo parte, quién sabe adónde.
A la hora en que rueda por el canal la luna
y hay luz en la alta bohardilla del orfebre.
A la hora en que arrojan los papeles inútiles,
cuando la flor nocturna enamora al rocío
y el canto del borracho se pierde en la distancia.
A la hora en que el silencio, que es poeta, cuenta cosas
(ya en su largo cansancio se tendió la barriada)
a la musa recóndita de las alcantarillas.
Cuando el titiritero sale del barracón
y maneja los hilos
que unen a las gentes con los sueños.
(Raúl González Tuñón, "Paisajes pintados en los vidrios", Selección de Susana Cella, Grupo Editorial Grijalbo Mondadori, año 2000)
Un mapa es como un viaje, como un sueño pintado.
Aquí los sueños hablan,
discurren desde el alba a la sombra, se duermen,
despiertan, nacen, mueren y son dos avenidas
-el recuerdo, el olvido-
sus enconados límites.
El barrio es como un mapa.
II
A la hora en que el grillo parte, quién sabe adónde.
A la hora en que rueda por el canal la luna
y hay luz en la alta bohardilla del orfebre.
A la hora en que arrojan los papeles inútiles,
cuando la flor nocturna enamora al rocío
y el canto del borracho se pierde en la distancia.
A la hora en que el silencio, que es poeta, cuenta cosas
(ya en su largo cansancio se tendió la barriada)
a la musa recóndita de las alcantarillas.
Cuando el titiritero sale del barracón
y maneja los hilos
que unen a las gentes con los sueños.
(Raúl González Tuñón, "Paisajes pintados en los vidrios", Selección de Susana Cella, Grupo Editorial Grijalbo Mondadori, año 2000)